POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA
Los accidentes automovilísticos iban tomando pujanza y, aunque el tráfico rodado no era numeroso, con relativa frecuencia en la prensa aparecían publicados algunos.
El 13 de agosto de 1935, el niño Julio Freixa iba montado en su bicicleta por la calle Quiroga –actual Ramón Gallud- cuando por efecto de una maniobra desgraciada fue alcanzado de refilón por un autobús, que le hizo perder el equilibrio, cayendo a tierra. En dicho momento pasaba con su coche el administrador de las salinas con su señora que, recogiendo al herido, lo llevaron a la clínica del doctor Rodríguez en donde fue curado de una herida en los labios. Lo menos que podía haberle ocurrido.
En la noche del 31 de agosto de 1935, Antonio Ballester Carcaño, propietario y agente de Aduanas de Torrevieja, regresaba de Alicante a Torrevieja cuando, debido al gran número de baches que existían en toda la carretera, especialmente desde Alicante hasta Santa Pola, al llegar a las salinas de Bras del Port, la violenta trepidación ocasionada por los baches inutilizaron el alumbrado del coche imposibilitándole de seguir el viaje, dejándole tirado en la carretera. Es lo menos que podía haberle ocurrido.
A finales de diciembre de 1943, el accidente de uno de los autobuses de la empresa Die Zechini, que cubría el itinerario Torrevieja-Cartagena, hizo que tuvieran que ser asistidos en la Casa de Socorro de la ciudad departamental, la mayoría por heridas producidas por la rotura de los cristales de las ventanillas.
El parte de lesionados fue el siguiente: Agustín, Lorente Albaladejo, de 23 años, con herida contusa en región facial izquierda; Juan Antonio Guier Climent, 28 años, de Cartagena (Puertas Murcia, 9), presentaba heridas incisas en regiones frontal, nasal, pabellón auricular izquierdo y mano derecha; Francisca Martínez Ruiz, de 26 años, de Cartagena (Sagasta, 71), con herida incisa en región parietal izquierda; María Isabel López Martínez, de 10 meses, de Cartagena (Sagasta, 71), con herida contusa en región frontal; y Fernando García Rodríguez, de 29 años, de Torrevieja, con heridas incisas en regiones nasal, parietal, facial y auricular del lado izquierdo. Todos los pronósticos fueron leves.
Un grave accidente ocurrió, el 8 de marzo de 1960, en la carretera de Alicante a Valencia, en las proximidades de Villajoyosa. El automóvil, matrícula A-31002, conducido por su propietario, Carlos Egoscozábal López, parece ser que a consecuencia de lo resbaladizo del piso por la llovizna caída, patinó y se salió de la misma. Uno de los ocupantes, Salvador Ruiz Llanos, de 30 años, natural de Torrevieja, ingeniero de montes, resultó muerto casi en el acto. El conductor y propietario, natural de Madrid, ingeniero agrónomo, sufrió heridas de pronóstico leve, y las señoritas Rosa María Escolano, de Alicante, grave; y María José Seva, de pronóstico reservado.
El 10 de mayo de 1961, sobre las 4 de la madrugada se declaró un incendio en la toldilla de popa del buque sueco «Skagerack», atracado en el muelle de poniente. El personal de servicio de la Guardia Civil, el de servicio a bordo y el de vigilancia en el muelle lograron extraer aún con vida a dos marineros y el cadáver de Knut Johansen.
El 12 de julio de 1979, falleció Joaquín Valero Pérez, presidente del Torrevieja C.F. víctima del pavoroso incendio del hotel “Corona de Aragón” de Zaragoza, en donde se encontraba desde el día anterior en viaje de negocios.
Muchas más accidentes son lo que han ocurrido en todos estos años tanto laborales, de circulación, infantiles, etcétera, pero pongo fin a este capítulo y a partir de la próxima semana escribiré de temas bien distintos.
Fuente: Semanario VISTA ALEGRE. Torrevieja, 29 de noviembre de 2014