POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
El pasado viernes, 1 de julio, la villa de Colunga inició su anual celebración lauretana con la primera procesión «Ermita-Iglesia Parroquial» y rezo de la Novena.
Escasa asistencia de público y entusiasmo demostrado en el vecindario de Loreto para engalanar caminos con alfombras florales.
Así era antaño esta «primera Procesión».
Al atardecer se «sacaba», muy adornada con flores, la Virgen y se iniciaba un primer recorrido procesional desde la Ermita hasta la Castañar de Espina.
Abría marcha el Pendón-Guía parroquial, seguido de la Cruz Procesional y ciriales; detrás gaiteros y tamborileros, a continuación el Estandarte de la Cofradía y, cerrando la comitiva, la Imagen de la Virgen, sacerdotes, autoridades y personas devotas con hábitos penitenciales y velas encendidas. El público asistente se distribuía en dos filas: mujeres a la derecha, varones a la izquierda.
El párroco, con traje talar, alba y capa pluvial presidia el cortejo; don Francisco, coadjutor-organista, con traje talar, sobrepelliz y bonete, dirigía con potente voz el rezo del Rosario.
Al llegar a Espina se detenía la procesión y se rezaba, en latín, la «Salve, Regina…»; seguidamente se continuaba por el camino del Asilo-Les Xuaques entonando las Letanías de María (en latín), dejando algún intervalo para cantar algún himno mariano.
Ya en la Iglesia, el rezo de la Novena cerraba los cultos.
En el programa de fiestas (año de 1956) un simpático poema narra lo expuesto:
«Ya se acerca Loreto, ya llega el día
que Colunga festeja con alegría.
Hizo antes la novena de la Santina
que fue a ver a su prima «La Romanina».
En procesión alegre cantando van
por el caminu llanu p´hacia San Xuan;
y al llegar al castañu, ya centenariu,
descansen un pocu; sigue´l Rosariu.
La voz de don Francisco, ¡qué bien entona!;
responden les muyeres con voz chillona;
y armen los rapazos su algarabía
al contestar al cura la letanía.
Al marchar diz la Virgen (cara guapina)
:¡Hasta el añu que viene, querida prima!
Dame pena dexate siempre al serenu,
lo mismdo cuando xela que si ta buenu,
sin tener más abrigu que cuatro fueyes,
y yo más calentina baxu les teyes…»
NOTA
En la foto, la Castañar de Espina. Árbol centenario que alberga en su centro una imagen en piedra de «La Romanina», réplica de la primera imagen que se veneró como Virgen Lauretana.
Mañana les contaré la historia de una procesión que sí fue, sin serlo.