POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Actividad programada de acuerdo con las propuestas de viajes de carácter cultural, aprobadas en la Asamblea General de este año, y dentro también de las actividades de la Peña que este año celebra el 50 aniversario de su fundación (1973-2023). Se visitaron el Jardín Público y el Palacio del rey don Manuel I, la iglesia de San Francisco, Plaza do Giraldo, Templo Romano y la Catedral de Ntra. Señora de la Asunción.
Évora, ciudad histórica en el corazón del Alentejo, heredera de un rico y variado patrimonio cultural, construido y preservado en el tiempo. Pasear por sus calles es sin duda una experiencia increíble. Desde sus murallas medievales que rodean el centro histórico, al simple empedrado de sus calles, Évora emana historia en cada esquina. El patrimonio artístico del centro histórico de Évora está muy bien conservado, gracias en buena parte a la larga permanencia de la monarquía portuguesa en la ciudad. Este hecho, junto con el gran número de monumentos que se conservan, es lo que le vale el calificativo de “Ciudad-Museo”.Sus casas de los siglos XVI al XVIII, encaladas y ornamentadas con azulejos y balcones de hierro forjado, le imprimen un carácter único. La arquitectura de Évora ejerció una influencia muy acusada en los monumentos y edificios construidos en el Brasil colonial.
Évora fue fundada por los romanos y elevada a la categoría de Municipium como Ebora Liberalitas Julia, en honor a Julio Cesar. En la época del emperador romano Augusto, Évora se integró en la provincia de Lusitania y se benefició de una serie de transformaciones urbanas, siendo el Templo Romano un claro ejemplo de éstas. La Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, más conocida como la Catedral de Évora, es la mayor catedral medieval de Portugal. Se construyó entre los años 1283 y 1308. Durante los S. XV y XVI se hicieron muchas mejoras, y ya en el S. XVIII se construyó la nueva capilla de los Morgados do Esporão.
El templo romano se construyó en el s. I d.C. y se le hicieron varias modificaciones importantes durante los S. II y III. Durante el S. V y coincidiendo con la invasión de los pueblos germánicos, el monumento fue destruido. En la actualidad, las ruinas que podemos ver, son los únicos vestigios de lo que queda del antiguo foro romano de la ciudad.
La iglesia de San Francisco es una de las famosas iglesias de Évora. De estilo gótico-manuelino, construida entre los años 1480-1510. Está estrechamente ligada a los acontecimientos históricos que marcaron la expansión marítima de Portugal. En su interior se evidencian símbolos como la Cruz de la Orden de Cristo y los emblemas de los reyes fundadores.
En el mismo edificio de la Iglesia de San Francisco se encuentra la Capilla de los Huesos (Capela dos Ossos), que es sin duda uno de los monumentos más famosos y más visitados de Évora. Edificada en la primera mitad del S. XVII, es la capilla de los huesos más antigua de Portugal y fue, desde el principio, dedicada al culto por las almas del purgatorio y después al del Señor de los Pasos. La capilla consta de tres naves, todas ellas revestidas de huesos, excepto en los capiteles de las columnas de granito y en los azulejos.
La iniciativa de su construcción fue de tres monjes que querían transmitir el mensaje de que la vida es transitoria, de ahí que justo a la entrada se pueda ver un mensaje de advertencia que dice: “Nos osos que aqui estamos pelos vossos esperamos” (Nosotros los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos). El Palacio del rey don Manuel está pegado al Jardín Público, se construyó a mediados del S. XV porque el rey quería tener un palacio real fuera del castillo. El palacio fue habitado por varios monarcas portugueses. Según las crónicas de la época, este palacio era uno de los edificios más notables del reino. El monarca español Felipe III ordenó su destrucción y hoy sólo queda la llamada Galería de las Damas.
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