POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Resulta gratificante poder acercar a los más pequeños la historia. Ayer lunes realicé una visita guiada con alumnos de 5º y 6º de Primaria (11 a 13 años) del CEIP Virgen de Barbaño de Montijo, invitado por el director del centro José Ángel Alcalá Delgado. Actividad que el centro organizó con motivo de estar celebrando la Semana Cultural. Quise saludarlos con la frase que ellos me regalaron en mayo de 2021 “Bienvenidos al lugar más bonito del mundo, Montijo”
Recorrimos el atrio de la Iglesia de San Pedro, plaza de Cervantes (casa de los Condes, Encomienda, iglesia de San Isidro y casa-granero de los Condes), Ermita de Jesús Nazareno, calle Antonio Maura (antigua del Coso), plaza de España (donde coincidimos con el alcalde de Montijo, Manuel Gómez Rodríguez), calle Eugenio Hermoso (antigua de la Cárcel), Comunidad de Labradores, calle Peñas (antigua de la Judería), plaza de Santa Clara y el convento del Santo Cristo del Pasmo.
Los alumn@s me hicieron varias preguntas que fui contestado, aclarando sus dudas sobre cuestiones que le llamaron la atención. ¿Por qué hubo una guerra entre portugueses y españoles? La batalla de Montijo. ¿Por qué se llamó la calle Coso? ¿Por qué en el escudo de Montijo hay un pozo? El Arca de Noé… La cárcel. El lugar dónde se afilaban los cuchillos, en los portales del Ayuntamiento. La curiosidad les llevó hacia el Museo de la Comunidad de Labradores con los animales disecados, el cuadro de Covarsí y la imprenta Freinet, donde se hacía el periódico escolar Alborada, en el entonces colegio 14 de abril, hoy Virgen de Barbaño. El Mirador que hay en la plazuela de Santa Clara… En el convento desde la reja del presbiterio vieron el coro bajo, donde rezan las religiosas clarisas, y muy de cerca la imagen del Santo Cristo del Pasmo.
A lo largo del recorrido les hablé al grupo, formado por más de setenta escolares, acompañados de algunos profesores y el director del centro, de la importancia que tiene el Patrimonio y la necesidad de respetarlo y conservarlo. Es una herencia que debemos cuidar para que las próximas generaciones sepan de dónde venimos, de dónde procedemos, y de lo que hemos sido capaces de hacer. Cuidemos el Patrimonio de Montijo, el lugar más bonito del mundo, que ellos corearon y aplaudieron. Gracias por la invitación por lo mucho que ayer disfruté.