POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Hace un año de mi participación en las III Jornadas de Historia de Valdelacalzada, en la que presenté: “Obras artísticas del Plan Badajoz en el templo parroquial de Valdelacalzada”. Jornadas organizadas por la Asociación Vecinal Valviense. El coronavirus que tanto mal está haciendo se lleva por delante este tipo de Jornadas, Coloquios y Encuentros, teniendo como recurso los medios telemáticos. Deseo que volvamos pronto a la normalidad.
En las III Jornadas de Historia de Valdelacalzada participó mi amigo y compañero Cronista Oficial de Guadajira, José Manuel Jerez Linde que expuso “Arte sacro en las iglesias del Plan Badajoz en las Vegas Bajas”. Porque los pueblos de colonización constituyen un importante campo de estudio dentro del panorama del arte español de la posguerra. Las iglesias de estos núcleos fueron dotadas de los elementos necesarios para llevar a cabo su labor pastoral. La decoración de los templos acogió: pinturas, esculturas, vidrieras, mosaicos y cerámicas, en un ejercicio de integración. En esta época el arte sacro se debatía entre la tradición y la modernidad; las piezas se reconocen por su síntesis y funcionalidad.
El Instituto Nacional de Colonización defendió unos valores estéticos avanzados, con introducción de la abstracción, gracias a la dirección del Museo Nacional de Arte Contemporáneo por José Luis Fernández del Amo, que a la vez era arquitecto del Instituto desde 1947, recomendando a las autoridades el encargo de las obras al filo de la nueva estética. Muchos de estos artistas colaboradores renovaron las artes plásticas y sus aportaciones forman parte de la vanguardia artística española de la segunda mitad del siglo XX.