POR ÁNGEL DEL RÍO, CRONISTA OFICIAL DE MADRID Y GETAFE
Según una reciente encuesta, el 92 por ciento de los madrileños, o ciudadanos que viven en Madrid, declaran sentirse muy satisfechos de su ciudad, y muy pocos la cambiarían por otra. Aunque nadie me ha preguntado, me sumo por mi cuenta al sondeo y me incluyo dentro de esa gran mayoría de madrileños, o «amadrileñados», que no cambiarían Madrid por nada y que se sienten satisfechos de tener aquí su residencia, de vivir la ciudad. Soy madrileño, madrileñista y Cronista de Madrid, y no hallo en el mundo un lugar que reúna tantas condiciones favorables, tantos atractivos, como para hacer que se nos olviden las otras cosas que no nos gustan. Madrid es cosmopolita y acogedora; es abierta y universal; ofrece historia, arte, cultura, paisaje, ocio diurno y nocturno y mil alternativas gastronómicas; es hospitalaria y no llora falsas reivindicaciones históricas con retazos provincianos; se siente parte y capital de España. Madrid es ciudad de oportunidades, torre de babel de lenguas y culturas, donde lejos de llegarse a la confusión, se practica la convivencia; es ciudad de negocios y de comercio; es tolerante y vanguardista, moderna y añeja en su parte más antigua. Madrid me mata, pero de placer de sentirla y vivirla. Es castellana, valenciana, extremeña, andaluza, gallega y hasta catalana, el microcosmos donde todo cabe y se mueve, y ejerce una fuerza de gravedad que te atrapa.
La inmensa mayoría de los que aquí viven, se sienten orgullosos de ser madrileños, o de sentirse madrileños habiendo llegado de otras latitudes de España y del extranjero. Estamos muy contentos de vivir en Madrid, aunque en alguna ocasión llegue un político, un banquero, un periodista o un agente de movilidad, y nos jorobe el día.
Fuente: http://www.madridiario.es/