POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Según la flamante decana del Colegio de Arquitectos, Sonia Puente, su colectivo es ahora clase obrera, al carecer de aquellos privilegiados emolumentos. Quienes estudien esa carrera pensando en el peculio se verán frustrados. Peor fue la peripecia de los fareros; conocí a uno de los últimos de España, José Ponce, titular y residente en el faro Vidío, de Oviñana; nació farero, estudió y opositó a farero, sacó plaza de farero y después de orientar a miles de barcos, día y noche, pescar pulpos y bostezar como sólo un farero sabe, robotizaron los faros y lo desterraron a una oficina en Oviedo, en la Avenida del Mar. En cambio, los escritores no nos llamamos a engaño; nadie nos promete nada, no existe academia de la novela, es más, ya todo está escrito y editado; los, digamos, repetidores sólo optamos por la irremunerada plaza de hacer brillar cada día luces de ayer.
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