POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA).
Me llega la convocatoria de nuestro Congreso anual de la RAECO, al que este año se une el II Hispano-Mexicano de Cronistas, a celebrar en la ciudad asturiana de Avilés, del 26 al 28 de noviembre próximo. Y lo recibo con especial satisfacción, por cuanto, como tantas y tantas cosas, tuvo que ser aplazado el pasado mes de octubre por la desoladora pandemia que nos está atenazando a todos y que tanto dolor ha causado en España y en el mundo.
Por ello la alegría es doble. Por un lado volver a tener la oportunidad de compartir experiencias, noticias y estudios con los colegas que llegarán de todas las comunidades y por otro, no menos importante, el sentimiento, que con esta realidad se acrecienta, de volver a la normalidad que ya esperábamos impacientes.
El Comité de Honor está encabezado por S.M. EL REY D. FELIPE VI, Presidente de Honor y Primer Cronista del Reino y lo integran diversas personalidades como el Presidente del Principado de Asturias, la Alcaldesa del Ayuntamiento de Avilés, el Rector Magnífico de la Universidad de Oviedo y el Presidente Federación Española de Municipios y Provincias, entre otros destacados miembros de la sociedad intelectual asturiana, española y mexicana.
A lo largo de casi tres días los cronistas expondrán diferentes trabajos relacionados con la comunidad que nos acogerá, principalmente, aunque también queda abierta la posibilidad de contar otros estudios locales de interés general.
Como Cronista de Malanquilla, participaré, como he venido haciendo en la mayoría de los que se han convocado desde 1982, representando a mi localidad y presentando un trabajo sobre los molinos de viento que poblaron y aún pueblan la vertiente atlántica peninsular.
De la importancia del trabajo que venimos ofreciendo los cronistas de España puede servir el hecho cierto de la ingente cantidad de datos y noticias que elaboramos tras muchas jornadas de archivos y bibliotecas y que luego se repiten incansablemente en nuestras localidades cada vez que uno se refiere al pasado histórico de las mismas, las más de las veces, sin caer en la cuenta de que esas noticias no se deben a la sabiduría popular sino a un decidido trabajo de investigación.
Aragón que cuenta con una extensa nómina de cronistas a lo largo de su historia hoy es una de la comunidades con menor representación. La figura del cronista oficial en cada municipio sigue siendo una reivindicación y una necesidad. De ello hablaremos en otra ocasión. Nos vemos en Avilés compañeros.