POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA)
El sábado 17 se constituyen los ayuntamientos salidos de las urnas el pasado 28 de mayo. Malanquilla cambia de color pero no de mano. Del naranja de Ciudadanos pasa al azul del Partido Popular con los mismos integrantes en ambas candidaturas. Ya se sabe que en la elecciones municipales no se vota tanto a unas siglas como a las personas. Con mayoría absoluta el actual equipo de gobierno, hoy todavía en funciones, seguirá cuatro años más al frente del ayuntamiento lo que permitirá terminar algunos proyectos que quedaron inconclusos y acometer -esperemos- otros en beneficio de la colectividad.
Este cronista que lo es de Malanquilla, no de un ayuntamiento concreto, seguirá impulsando iniciativas y estudios, de común acuerdo con la corporación, para lograr la supervivencia de un pueblo que, como tantos otros, debe resurgir si no queremos que media España se convierta en un desierto social y cultural.
Por ello, lo primero es reiterar mi felicitación a los concejales electos. Su valentía al formalizar unas listas electorales es encomiable, máxime cuando hemos visto que poblaciones con más número de habitantes no lo han conseguido porque nadie ha estado a la altura. Mi felicitación sincera al previsible futuro alcalde Ernesto Marín y a su concejal Casimiro Moreno porque el enorme esfuerzo realizado durante la legislatura anterior va a tener continuidad posibilitando la mejora y el engrandecimiento del pueblo. Mi felicitación igualmente al Concejal Raúl Sánchez, mi primo, que aunque en minoría en el consistorio, no escatimará esfuerzos para conseguir lo mejor para Malanquilla. El recuerdo de su padre ya fallecido, longevo alcalde que tuvo tiempo y oportunidad de transformar el pueblo, debe guiar sus pasos y decisiones.
Mi felicitación también a los electores que, participando en la fiesta de la democracia, han expresado su voluntad. No se les puede defraudar. No es grato ser alcalde o concejal en los pueblos pequeños, todos lo sabemos. No tienen sueldo y sí muchas preocupaciones, gastos personales y enemistades, pero a pesar de ello, tienen ilusión y ganas de trabajar por sus pueblos, algo encomiable en los tiempos que vivimos. De todos esperamos lo mejor.
Felicidades
FUENTE: EL CRONISTA