POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
No, no.
Verán: no me refiero las posibles idas y venidas, vueltas y revueltas que dio el bueno de José, esposo de María, en los primeros años de su matrimonio.
Primero, que si hubo de desplazarse con su mujer a Belén por el aquel del empadronamiento; luego que si precisó dar una «escapadina a Egipto» para librar a su HIJO de la matanza de niños decretada por Herodes; después, retorno a Nazaret para organizar su trabajo; finalmente, ya asentado en su casa, que si había que ir a Jerusalén al templo, que si a Canáa de boda…
No, no.
Me refiero, aquí y ahora, a ese desplazamiento de «celebraciones» que decretó la Iglesia para conmemorar la festividad de este santo.
Antes, cuando yo era rapaz y mozo, la festividad de SAN JOSÉ se celebraba cada 19 DE MARZO, «cayera cuando cayera en día de la semana».
Ese día 19 era fiesta por todo lo alto y los Josés, Josefas, Josefinas, Pepes, Pepas, Pepinos, Pepinas, Pinones y Pepitas disfrutábamos a lo grande.
¡Ah!
Y no era «día del Padre» ni chorradas de esas, que son «invento comercial».
Era, sin más, SAN JOSÉ.
Y ahora, amigos míos, ¿cuándo es San José?
Pues como diría un nativo de la isla canaria de La Palma…»¡depende!».
¿De qué depende?
Pues del día de la semana donde «caiga el 19».
De lunes a sábado, no pasa nada; es cuando es.
El problema está si cae en domingo.
Estén atentos: si ese domingo 19 de marzo coincide con ser Domingo de Ramos, San José se traslada al sábado día 18; si se trata de un domingo «normal», como es al caso de este año, San José se celebra el lunes día 20.
¿Lo entendieron?
¡Pues eso!
Nosotros, ¡qué alegría!, vamos a disfrutar este día con una CREMA DE ARROZ FLOR DE VALENCIA, según receta espigada en un precioso libro, editado en Valencia en 1956 por la «Cooperativa Nacional del Arroz»; libro que me acaban de regalar mis entrañables amigos el matrimonio Pedro-Marina Motto.
Su título es «ARROCES»
Dice así:
«Se pone a cocer litro y medio de leche y tan pronto arranque a hervir se le echan 125 gramos de arroz machacado en crudo, una corteza de naranja y 200 gramos de azúcar. Déjese cocer lentamente hasta que el arroz quede bien desleído y transformado en una finísima crema, moviéndolo de vez en cuando con una espátula de madera. Se le retira la corteza de naranja una vez que esté el arroz en su punto para ponerlo a enfriar.
Al empezar a enfriar puede añadirse una copita de curaçao para activar algo más el perfume de la naranja.
Se sirve esta crema, ya espesa y fría, en cuencos individuales de cristal, adornando al gusto».
Amigos Josés y Josefas: ¡¡Feliz santo el próximo lunes día 20!!