POR MARÍA VICTORIA HERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE LOS LLANOS DE ARIDANE (CANARIAS)
Lo que empezó siendo una disertación escolar sobre cultura popular británica se ha convertido en una realidad imparable y multitudinaria de eventos. El comercio nos «invade» con oferta de ventas, vean fotos de la «casita» Halloween.
Por estas fechas se escuchan diferentes posturas ante los festejos de Halloween, la noche de los difuntos y de extrañas y sobrecogedoras manifestaciones ultratumba.
Lo cierto y verdad es que este fenómeno venido de “fuera” ha hecho saltar las alarmas y se palpa un resentimiento y clamor de defender los días de Finado (Difuntos y todos los Santos) y las costumbres que se están perdiendo en Canarias. Aunque lo cierto y verdad es que en los últimos años se han perdiendo y sólo se respetan y guardan en determinadas familias y no es usual encontrar en las programaciones culturales de Cabildo, Ayuntamientos y del Gobierno de Canarias. Lo cierto es que encontramos a instituciones y asociaciones privadas que hacen esfuerzos por conservar las tradiciones de difuntos.
Entendemos que para contrarrestar al fenómeno imparable, potenciado por ser un evento que ha fomentado legítimamente la industria y el comercio, Canarias debería recopilar urgentemente las numerosas manifestaciones con que contamos en cada una de las islas en los días de “finado”, primeros días de noviembre, para salvaguárdalas del olvido definitivo.
El sólo hecho de esta recopilación con su posterior publicación y divulgación fomentaría la recuperación y puesta en marcha de un plan que reponga en cada una de las islas sus tradiciones relacionados con los ritos a los difuntos. Los campos culturales que las tradiciones canarias de difuntos abarcan diferentes disciplinas culturales, literatura y leyendas, teatro, artes plásticas, costumbres populares, música y folclore, gastronomía y un largo etc.