POR JUAN PABLO GUTIÉRREZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE CONQUISTA (CÓRDOBA)
Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo de 2017
Un conquisteño me decía hace unos días que él era cazador y no se le ocurrió nunca dirigir su arma contra persona alguna. Y yo lo creí. Sé que jamás pasará esto por la mente de mi amigo. Pero me dio que pensar.
En mi libro de Dalmau aprendimos que los hombres primitivos obtenían sus proteínas de los animales que cazaban. Y esto es cierto. Tan cierto como que el hombre que sentía/siente miedo ante muchos animales, pero como era/es el ser más evolucionado, aprendió a fabricar armas para defenderse de sus competidores irracionales.
Tal vez todo esto lo tengamos inscrito en nuestros genes y de aquí, por un lado, el miedo irracional a los animales que padecen ciertas personas (cinofobia) que, en casos agudos, llegan a necesitar acompañamiento psicológico, y, por otro, esa afición, a veces desmedida, por la caza, práctica que parece ser forma parte de nuestra naturaleza.
Actualmente, cuando el hombre caza casi siempre lo hace en compañía respondiendo así a otras de nuestras características cuales son la sociabilidad y la necesidad de comunicarnos.
Hoy día se sigue celebrando la jornada de caza: como una victoria sobre el mundo animal solo limitada en temporadas de veda ya que “la Veda respetarás o sin caza te verás”; como una ocasión de competitividad por más que una de sus máximas les aconseje: “Si cazares, no te alabes. Si no cazares, no te enfades”. Es cosa de hombres, entrando en la “tribu” tras el “Al principio aprender y al veterano atender”, hasta merecer el correspondiente bautizo, que lo convertirá en cazador, hecho que se celebra con comida y alcohol, una vez enfundadas las escopetas, pues “con las armas empuñadas, poco vino y mucha calma”.
Desde siempre el hombre-varón inició las jornadas depredadoras y celebró su victoria con rituales de caza. Rituales semejantes en todo con los rituales bélicos, ahora contra otros seres humanos, que tantas veces hemos visto en las películas.
A lo mejor la inclinación a la caza/guerra no era/es algo natural en los hombres-varones y por eso era necesario introducirlos en esa cultura por medio de entrenamiento, ritos y ceremonias de iniciación, juegos…. Lo mismo que se promueve y fomenta cada vez que se juega al Paintball, práctica con la que, dicen que se disfruta aprendiendo a matar personas a “título simbólico” …eso sí.
Sin embargo las mujeres de Conquista, para celebrar sus Jornadas de la Mujer, no van a pegar ni un solo tiro, ni siquiera de esos de bolas de pintura.
Primero, día 7, con su “manifiesto”, que leerá la Sra. Concejala Puri Andújar, expondrán sus reivindicaciones, que si ellas no las exigen nadie lo hará, por más que muchísimos varones compartamos su indignación por la violencia ejercida contra la mujer por esos presuntos machos que las “matan porque son suyas”; o nos indignemos con ellas – contra ellas – cuando vemos que hay votantes, muchos de ellos en plena juventud [1], que eligen como “padres de la patria” a presuntos pensadores como el autollamado “conservador libertario” [2], eurodiputado polaco, de cuyo nombre no quiero acordarme, [3] que se permite decir que las mujeres son inferiores a los hombres, porque “son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes” sin que sea expulsado inmediatamente de su escaño; o porque ganen menos porque así lo deciden los amos de la empresa, como contestaba aquel empresario a nada menos que a todo un señor director general del Ministerio de Trabajo; o porque haya gente en nuestro pueblo que aún piense que “el verdadero feminismo no debiera consistir en querer para las mujeres las funciones que (aún) hoy se estiman superiores, sino en rodear cada vez de mayor dignidad humana y social a las funciones femeninas” [4], cuyo espacio es el hogar, su misión: servir [5]; su función: ser hembra reproductora, su dedicación: el cuidado de los hijos; su libertad a la medida del “amo de la casa” [6] a quien estará supeditada.
A continuación, desayuno molinero (espero no falte el jamón) disfrutando ahora del bienestar que supone no tener que levantarse muy de madrugada para ir a coger aceitunas, a la Garganta por ejemplo, a lo mejor con un simple café de puchero en el estómago.
Disfrutando de cómo han conquistado la posibilidad de degustar en un buen sitio y en un buen ambiente su desayuno en fiesta y no en el lugar de trabajo a una hora en que coincidían los trabajadores que salían del turno de noche con los que entraban en el de día. Momento que aprovechaban para comer juntos.
Acto seguido no se irán a “jugar a la guerra”, aunque los varones nos digan que disparan de “mentirijilla”.
Nuestras mujeres se irán a conocer los parajes de Conquista, cumpliendo aquello de “nada se quiere si no se conoce”, además de ofrecernos ejemplos de cómo podemos disfrutar el tiempo libre utilizando el entorno en un ambiente de convivencia y participación en actividades societarias, en este caso de mujeres.
Esto el día siete, porque el día 8, miércoles, conmemorarán el “Día Internacional de la Mujer”, dirigido a los varones, para que reconozcamos la presencia, trabajo y rol de la mujer en el mundo, y a las mujeres para que no olviden que aún les quedan tiempos de lucha para alcanzar la paridad con el hombre hasta llegar a ser “referentes sociales y modelos a seguir» [7].
Desgraciadamente para todos, lo que se iba a conseguir en el “Siglo XX (que iba a ser) el siglo de las mujeres” fue impedido por la entrada de los fascismos en Europa después de la I Guerra Mundial. Hora es, pues, de invertir esa trayectoria y demos el vuelco definitivo a la emancipación real de la mujer.
A mediodía: Almuerzo-Convivencia, sin tiritos de ninguna clase: salud y buenos alimentos: sus entrantes con su cervecita o su refresco para abrir boca; su ensalada para irle dando gusto al cuerpo; unos calamares y pescado en adobo aunque haya que tener cuidado con no pasarse pues ya sabemos que, aunque bajos en grasas y calorías, es alto su contenido en colesterol y, por si aún no estamos llenos, a mí me gusta el pollo al horno con patatas y pimientos con un riojita fresquito, por favor.
Y el broche: postre y el café para acabar de contentar al paladar, por más que ya va bien servido con los gustos que le hemos dado a lo largo de la comida, aunque ya sabemos que los dulces y esas cosas encogen la ropa.
Y todo en un ambiente de alegría fraternal.
Y como una comida sin postre es como un Día de la Mujer envuelto en tristeza, a partir de las cuatro de la tarde, en la Casa de la Cultura: Música, por si alguien se siente cansada tras el trajín de la comida, que ya sabemos que la música reduce la sensación de fatiga; para que el bienestar siga acompañando a las mujeres pues sabido es que la música estimula las sensaciones de placer y satisfacción, y para mantener el buen humor, pues todo el mundo sabe que la música hace que la gente vea las cosas en positivo.
Definitivamente, “quiero ser como ellas”, porque las andaluzas queremos volver a ser lo que fuimos, gente [8] de luz que a las gentes, alma de gentes les dimos”
NOTAS:
[1] Llegó al Parlamento europeo con el 7,2 % de los votantes polacos, siendo el 28,5 %, los sufragios emitidos por jóvenes entre 18 y 25 años.
[2] Así se define el eurodiputado Korwin-Mikke. Yo creo que hay un cruce de cables en su mente, pues dice “libertario” en vez de “liberticida”.
[3] Janusz Korwin-Mikke.
[4] José Antonio Primo de Rivera, Don Benito (Badajoz), 1935.
[5] “A través de toda la vida, la misión de la mujer es servir” (Formación Político-Social, 1º de Bachillerato, 1963)
[6] “No le pidas explicaciones a tu marido cuando regrese del trabajo. Recuerda siempre que es el amo de la casa”. (Extraído de “Sección Femenina de la F.E. y de las JONS”, 1958.
[7] María José Sánchez Rubio, Consejera de Igualdad y Políticas Sociales, EFE. 04.03.2017.
[8] De “gens”.
Fuente: https://www.17pueblos.es/