POR ÁNGELES GONZÁLEZ GAMIO, CRONISTA DEL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Es el significado en náhuatl de la palabra Zacatecas, que bautiza el estado y su capital. El territorio estuvo habitado por diversos grupos étnicos que dejaron huella significativa de sus culturas en zonas arqueológicas como Altavista, Chalchihuites y La Quemada.
El descubrimiento en el siglo XVI de ricos yacimientos minerales dieron lugar a la fundación, en 1546, de la ciudad de Zacatecas. La exitosa explotación de las minas permitió que se levantaran suntuosas edificaciones.
Es el significado en náhuatl de la palabra Zacatecas, que bautiza el estado y su capital. El territorio estuvo habitado por diversos grupos étnicos que dejaron huella significativa de sus culturas en zonas arqueológicas como Altavista, Chalchihuites y La Quemada.
El descubrimiento en el siglo XVI de ricos yacimientos minerales dieron lugar a la fundación, en 1546, de la ciudad de Zacatecas. La exitosa explotación de las minas permitió que se levantaran suntuosas edificaciones.
En 1914, durante la Revolución Mexicana, la ciudad fue tomada por las tropas de Pancho Villa en la batalla conocida como la toma de Zacatecas.
Recientemente visitamos la ciudad para asistir al Simposio Internacional La habitabilidad de las ciudades: de la supervivencia al patrimonio mundial.
El evento conmemoraba el 25 aniversario de la inscripción de Zacatecas en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
Nuestro anfitrión en la mesa dedicada a la crónica fue Manuel González Ramírez, cronista de la ciudad, quien coordinó las ponencias que presentaron los integrantes de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales junto con los de Guanajuato, Champotón, Querétaro, Lagos de Moreno, Oaxaca, Michoacan y Cartagena de Indias, Colombia, entre varios otros.
Después de los trabajos visitamos las maravillas que guarda la hermosa ciudad, en donde destacan notables museos.
Zacatecas ha tenido la fortuna de contar con hijos de gran talento y muy generosos: los hermanos Pedro y Rafael Coronel, artistas plásticos sobresalientes donaron cada uno ricos acervos que muestran sendos museos.
Los inmuebles que albergan las colecciones son en sí mismos excepcionales. El Rafael Coronel ocupa los vestigios del que fue un Convento Franciscano; el mejor marco para mostrar la colección de más de 5 mil máscaras, algunas de los siglos XVIII y XIX. También exhibe otros objetos de arte popular mexicano.
Un edificio que albergó en el siglo XVII el Colegio Mayor de los jesuitas, se adaptó para mostrar la colección donada por Pedro Coronel. En la planta baja hay una biblioteca con más de 20 mil libros, con algunas ediciones del siglo XVI; en la planta alta se exponen obras de arte y objetos que el artista recolectó a lo largo de su vida y en viajes por el mundo. Destacan el arte africano y el moderno de artistas europeos de la primera mitad del siglo XX.
En 1997, el artista Manuel Felguérez junto con su esposa, donaron un importante acervo antológico de su obra. El gobierno de la ciudad proporcionó un edificio del siglo XIX que había sido la sede del Seminario Conciliar. La colección permanente de pintura y escultura está conformada con la obra de más de 110 artistas mexicanos y extranjeros con trayectoria en el arte abstracto.
En la que fue residencia oficial de los gobernadores se estableció el primer museo de Zacatecas. La primorosa construcción rodeada por jardines, exhibe una selección de obras de arte contemporáneo de los artistas plásticos zacatecanos mas relevantes: Julio Ruelas, Francisco Goitia, Manuel Felguérez, Pedro Coronel, José Kuri y Rafael Coronel.
Como si esto no fuera suficiente nos faltaba la visita a la catedral. La imponente basílica de estilo barroco data de mediados del siglo XVIII. Construida en cantera rosa, la exquisita ornamentación de la fachada que muestra la historia del cristianismo, es una obra de arte verdaderamente notable.
En el interior el escultor Javier Marín realizó un retablo para el altar mayor que recoge la esencia del barroco en una excepcional propuesta contemporánea. Mide 17 metros de altura por 11 de ancho y está recubierto de oro zacatecano.
Luce 11 imágenes, encabezadas por la virgen de la Asunción, a quien está dedicada la catedral. Están hechas de bronce a la cera perdida y muestran esa voluptuosidad que caracteriza la obra de Marín.
Como se acabó el espacio sólo menciono algunos de los deliciosos platos típicos de esta entidad, como las enchiladas zacatecanas, el asado de bodas, el pozole rojo y los dulces.
Fuente: http://www.jornada.com.mx/2018/11/11/opinion/028a1cap