ZAPATERO, CAZADOR Y FUTBOLERO
POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)
Con frío asgaya pasó la cabalgata, se disfrutaron los regalos, quedaron atrás las fiestas y, sin remedio, terminamos metidos de lleno en la lucha por superar la cuesta de enero, sumando, entre tanto, una extensa y variada colección de heladas. Así las cosas, fueron varias las personas que, lamentablemente, no han podido llegar a completar este mes inicial del 2017. El domingo 8 se producía la falta de José Luis Fernández Noval, naveto de Llames que residía en Pola de Siero. Tenía 53 años. Y el lunes, 9, nos dejaba Álvaro Canto Mayor.
Nacido en La Faya, Ceceda, de familia tradicionalmente bien relacionada con la madera, Álvaro fue zapatero de profesión. Mi primer recuerdo es de cuando trabajaba en Ceceda, en un local que había junto a la casa de Genaro, en La Venta, que tenía cristalera y paredes de madera, adornadas con carteles de cine que anunciaban una película de Totó. Luego, como es bien conocido, Álvaro tuvo a cargo durante muchos años un establecimiento del ramo, Calzados Canto, en la calle Luis Armiñán de la villa.
Aparte su afición al fútbol, que cultivó desde pequeño, primero como atento seguidor del equipo de Ceceda, y después como incondicional partidario del Club Europa, sobre todo en la época del antiguo campo de Grandiella, Álvaro fue también cazador de larga trayectoria, y así aparece, acompañando a Cholu (+), Saro (+) y Tito Rivaya en un hermoso reportaje cinegético, a la busca de la arcea, que filmó, con mano maestra, mi amigo Luis Rivaya. Y hay que decir que de ambas actividades, la del balón y la de la escopeta, tenía Álvaro estupendas anécdotas. Amigo muy estimado, con el que pude disfrutar hablando de personas, casos y cosas de Ceceda, y sobre todo de fútbol, aunque también de teatro y otros asuntos de moda en su juventud escabechera, Álvaro era un archivo viviente de imágenes y recuerdos, muchos seguramente irrecuperables, lo que hace más sentida, si cabe, para mí, su falta.
Mes adelante, el 10 fallecía en Pola de Siero, a los 91 años, Resurreción Ovín Pruneda “Sury”. Nacida en Tresali, Sury era viuda reciente de Joaquín Sierra Sastre, de La Polenava, el cual faltó precisamente el pasado día de Navidad. El domingo 15 finaba Emilia Díaz Vega, de 94 años, que recibía cristiana sepultura en el cementerio parroquial de Nuestra Señora de El Remediu el 16. Y ese mismo día, en el camposanto de Santu Tomás de Priandi, también la recibían los restos de José María Artos Cueto, fallecido en Oviedo a los 59 años. Por último, el sábado 21 nos dejaba María del Rosario Pérez Suárez “Charo”, vecina de Grátila, Charo era viuda de Paulino García Torga, y tenía 62 años.
Para terminar, una nota “positiva”; los “estimados pensionistas” hemos recibido de la Ministra de Empleo y Seguridad Social la cartina en la que, “con sus mejores deseos”, nos comunica, de modo oficial, la revalorización correspondiente al año 2017. Habla Dª Fátima de “objetivos compartidos”. Ahora bien, si el IPC previsto y anunciado para el año es, de momento, seis veces superior al incremento, ¿de qué objetivos se trata?
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