POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)
Daba comienzo la cuarta semana de junio con el inicio, el lunes 17, en la Casa de Cultura Marta Portal, de los Conciertos de Fin de Curso de la Escuela Municipal de Música, que se prolongaron hasta el viernes 21. Y, el martes 18, debemos anotar la falta de dos vecinos; José Luis y Elena. El primero, José Luis Corujedo Redondo lo hacía en La Raposera, Llames (Nava), a los 75 años. Casado con Dolores Martínez Loredo, con la que tuvo tres hijos; María Dolores, José Asensio y Sonia María, José Luis, que trabajó primero en otras cosas y luego fue minero en Solvay, era, a su vez, hijo de Remedios Redondo y de Asensio Corujedo, vecinos de Oméu (Nava), y tuvo como hermanos a María Isabel (+), Enrique (+), Ignacio (+), y Ana María. Y la segunda, Elena Cueto Hevia, nos dejaba en La Llera (Tresali), a los 98 años. Elena fue madre de tres hijos; María Isabel “Marisa”, Juan Lucas “Lucas”, y María Nieves.
Luego, el viernes 21, a las 17,54, entraba el verano, y se iniciaba, también, el programa de fiestas de San Juan, contando, este año, con la novedad de una carrera nocturna, con recorridos de cinco y diez kilómetros, que daba comienzo a las 22,30 horas del citado viernes, y contó con nutrida participación.
Cambiando de asunto, el sábado 22 – día de calor, por cierto-, a las 20,30 horas, se iniciaba, en la Iglesia parroquial, el III Encuentro Coral Villa de la Sidra, en el que, además de la Agrupación local, que era la organizadora, participaron también el Ensamble Vocal Gijón, de la mentada villa, y la Coral Polifónica de Foz (Lugo), que interpretaron cinco piezas cada una, cosechando muchos aplausos las tres corales en sus respectivas actuaciones.
Luego, el domingo 23, a las 12,30 comenzaba la Misa del Corpus, con un tiempo inestable que, por fortuna, permitió la celebración de la procesión. Sin embargo, por la tarde haría su aparición la lluvia, que cayó ligera en ocasiones y con más fuerza en otras, restando lucimiento a la tradicional quema de la foguera, instalada en el centro de la plaza. Después, el martes 25 fallecía en Oviedo el naveto José Manuel González Camblor. Estaba casado con Soledad Pérez Delgado, con que tuvo un hijo, Aurelio, y residía en Gijón, donde se instaló la capilla ardiente, desde la cual se trasladaron sus restos a Nava, en cuyo templo parroquial se celebró el funeral y, posteriormente, el entierro en el camposanto naveto. José Manuel tiene un hermano; Luis Jorge.
Y el viernes 28 nos dejaba, en su domicilio de Ovín (Nava), Maruja Lafuente Criado, a los 94 años. Maruja, que era viuda de Paco Piquero Peláez, con el que tuvo dos hijas; Consuelo y Begoña, era, a su vez, hija de Encarna Pepa, de Oméu (Nava), y de Dámaso, de Basoréu (Nava), y tuvo los siguientes hermanos; Pepe (+), Jorge (+), Consuelo (+), Abelardo (+), Armando (+), Severo (+), y Toño. Y recordamos que su marido, Paco, era hijo de Rosario Peláez y de José Piquero, y que tuvo como hermanos a Luis, Néstor, Cola, Irma, Pepe y Hugo (inolvidable compañero ferroviario), todos ellos ya fallecidos.
Después, el sábado 29, con inicio a las 12 de la mañana, y organizada por el Circulo Amigos de Nava, se desarrolló, en el Museo de la Sidra, una Mesa redonda con el título “Medio siglo del Festival de la Sidra: pasado, presente y futuro”, en la que se escucharon propuestas muy interesantes. Formaron parte de la citada mesa Paloma Berros (primera Reina del Festival, en 1969), Queña Cuesta (del equipo de azafatas del Festival), Enrique Canellada (concejal por aquellos años), Gustavo Caso (que fue alcalde de Nava entre 1975 y 1978), Xuan de Con (antropólogo estudioso de la sidra), Ricardo del Río (hostelero y miembro fundador de la Cofradía de Siceratores), y Juan Cañal, actual alcalde, actuando como moderador el que suscribe.
Y, con una tarde de domingo larga y tristona, de cielo bajo y cubierto – cual toldo gris-, y orbayu intermitente, nos despedimos de junio hasta el año que viene.
(Publicado en La Nueva España, Viernes, 5 de julio 2019, página 10)
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