¡QUÉ XULIES, DIOS MÍO, QUÉ XULIES!

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Hoy en Colunga festejamos a la Virgen de Loreto, mis primos de Santianes (La Poledura-Duz), que son Carmina, su marido Alejandro y su hija María, cumpliendo la tradición anual del «regalo festivo», me acaban de sorprender con una docena de XULIES de pedreru que yo, bastante «vieyu», ya no recordaba cómo eran en tamaño, colorido y calidad.

Cuando estaba en edad yo era pescador «de pedreru».

Iba al de San Juan, por la zona del «pegollín», a la captura de sarrianos (o «gobitos»), maragotines y xulies, que los castellanoparlantes dicen julias o doncellas y los científicos…según.

Lo de «según» tiene su razón de ser. Resulta que este animalito presenta inversión sexual: en la primera etapa de su vida es hembra y los científicos la denominan Coris gioffredi Risso; después, ya de mayor tamaño y con colorido más vistoso, y macho, recibe el nombre de Coris julis L.

Lo de «Coris» tiene raíz griega, koré, con significado de muchacha con movimientos gráciles (de ahí el nombre de doncella) y lo de «julis», palabra de origen también griego (ioulós), indica que su color es rojo.

Es decir: la xulia es un pez presumido en color y movimientos ondulantes capaz de seducir a pescadores y comensales.

En Colunga, municipio que engloba parroquias costeras como Lastres (villa y puerto), Luces, Duz y la Isla, a la xulia, además de llamarla así, se la apoda como «de la banderina» debido a la alternancia de rojos y amarillos en sus flancos.

Los «pesquinos de pedreru» pescábamos «a vara» (que también decimos «caña») aparejada con carrete, sedal y línea con varios anzuelos que «encarnábamos» con xorra o xagorra (lombriz de mar) o con pulga de mar.

Si el día «se daba bien» pues … ¡bien!; y si no «picaben los pexes» siempre quedaba el recurso de «pañar unes llámpares (lapas) o unos bígaros» en la bajamar.

Y si no se pescaba nada, pues eso: a aguantar las bromas de familia resumidas en el cantar:

«Pescador de caña, pescador de nada
Y si la varia quiebra, pescador de mierda.»

Bueno, bueno, pues aquí estoy feliz con «les mios xulies» pescadas «baxu´l puente Santianes», que decía mi prima; afirmación que yo puntualicé en este tenor: ¡Coño! ¿llámase así la Pescadería de ITO?

¿Qué cómo se preparan?

Muy fácil: Evisceradas y limpias al chorro de agua fría, se secan con papel absorbente y se salan al gusto. Reposan un cuarto de hora «pa que tomen el sal» y, enharinadas suavemente, fríen en aceite de oliva debiendo quedar la piel rustidina y la carne muy jugosa.

Les cuento un secreto.

Esas julias eran para primer plato de mañana domingo y lo serán… las que quedaron. Yo ya cené cuatro festejando la victoria de Croacia sobre Rusia.

Y eso que me cae muy bien el «fíu de Cherischev», ¡oígan!

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