EL ‘GANCHILLO SOLIDARIO’ UNE A GRANDES Y PEQUEÑOS EN LA LOCALIDAD

POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL Y COMUNIDAD DE VILLA Y TIERRA DE FUENTIDUEÑA, (SEGOVIA)

Algunas de las participantes en esta actividad solidaria. / Olga López

Algunas de las participantes en esta actividad solidaria. / Olga López

La actividad del ‘ganchillo solidario’ esta Semana Santa en Fuentepiñel se cerró con un saldo muy positivo, cerca de 140 cuadrados en dos días y muchas ganas de todos los participantes de seguir haciendo más para terminar la manta que se donará a la Asociación Española Contra el Cáncer de Segovia en 2015.

Este año el ambiente fue muy tranquilo. Repitieron muchas de las mujeres que participaron en la actividad del año anterior, pero también hubo caras nuevas y todas se lo pasaron en grande. “Estos cuadrados son más fáciles que los corazones del año pasado”, comentaban. Y muy hacendosas, teje que te teje, iban acabando sus cuadrados, algunos de un solo color, otros de dos o de tres. El resultado va a ser una manta multicolor, seguro. Además, va a llevar una etiqueta bordada a mano por Victoria Olmos, que con los hilos ha escrito “Hecho en Fuentepiñel”.

Lo bueno de estas jornadas también es todo lo que se genera alrededor del ganchillo, como la camaradería y las ganas de compartir lo que cada una sabe. Por eso, cuando a alguien se le ponía un poco cuesta arriba, no faltaban voluntarias dispuestas a enseñar. Entre esas maestras estuvo, por ejemplo, toda una veterana del ganchillo, Teresa Lázaro, que se acercó sólo a saludar al grupo, con esa alegría contagiosa que le caracteriza, y se quedó un rato ayudando a algunas de las que menos experiencia tenían con la aguja. Además hubo bizcochos caseros riquísimos que ayudaron a tejer con más alegría, el del viernes salió del horno de Geñi y el del sábado fue obra de Yolanda.

El segundo día, lo más destacado fue la participación infantil. Un animado grupo de niños se acercaron con curiosidad y al final se atrevieron a coger la aguja y a probar a hacer algunos puntos.

En cuanto a los varones adultos, este año no cataron ni las agujas ni las lanas. Pero ahí estuvieron unos cuantos, animando, dando conversación, echando alguna mano o incluso cogiendo la cámara para retratar a las hacendosas. Esta actividad no ha hecho más que empezar. Montse y Olga, las organizadoras, de la Asociación Cultural San Mamés, aseguran que como ha quedado material, gracias a las donaciones de Katia y Pony, habrá más encuentros para tejer a lo largo del año.

Fuente: http://www.eladelantado.com/

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