EL ARROZ CON LECHE DE ISABEL LA CATÓLICA

POR JOSÉ ANTONIO FIDALFO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

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Isabel I de Castilla (1451-1504), que por su matrimonio con el rey Fernando de Aragón fue reina consorte de Aragón y de Sicilia, terminó siendo reina de España junto con su esposo. Ambos, ya lograda la unificación de España, recibieron el título de REYES CATÓLICOS por concesión del Papa Alejandro VI, en 1496, mediante la Bula «Si convenit». Hermana de Enrique IV el Impotente y tía de Juana la Beltraneja, se «alzó» con el trono de Castilla de forma un tanto, digamos, extraña.

Cuenta la historia que odiaba el olor y el sabor del ajo (se dice de ella que, en general, desprendía un mal olor corporal, y esa era la causa de tal odio) y que gustaba en demasía del MANJAR IMPERIAL, un plato dulce elaborado con harina de arroz, huevos, leche, azúcar y canela.

En el Libro de Cuentas de la Casa Real, datado en los años 1483 a 1490, se lee que al cocinero «quando fisyere MANJAR REAL le den una lybra de aros, y un açumbre de leche, y dyes uevos, y cinco onças de açucar para lo facer, y para polvoraduque».

El pueblo de a pie terminó sustituyendo la harina de arroz por el arroz en grano y eliminando -o disminuyendo- la presencia de huevos.

Y ahí tenemos el ARROZ CON LECHE, postre popular en Castilla, en León, en Extremadura, en Andalucía… Y en ASTURIAS, donde le dan un «toque» especial con ese requemado superficial que lo adorna… Y en CABRANES, municipio que lo exalta con un Festival y en el que acaba de nacer LA COFRADÍA DEL ARROZ CON LECHE, entidad que se presentará en sociedad el próximo domingo 11 de mayo.

Rupert de Nola, en el siglo XVI, aconseja que el manjar real debe cocer «en fuego de brasas apartado de la llama porque no le alcance humo…»; y ello porque el olor a humo y el sabor de lo que queme en la olla altera mucho el sabor del dulce.

TÉNGANLO MUY PRESENTE LOS CONCURSANTES.

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