EL CENTRO SEGOVIANO ENTREGÓ EL PREMIO FRAY ANTONIO DE VILLACASTÍN

ANTONIO HORCAJO, CRONISTA OFICIAL DE RIAZA (SEGOVIA), FUE EL ENCARGADO DEL ACTO DE ENTRADA, EN EL QUE RELATÓ Y ALABÓ LA VIDA DE FRAY ANTONIO DE VILLACASTÍN, COMO UNO DE LOS ARQUITECTOS MÁS IMPORTANTES DE LA OBRA DEL MONASTERIO DEL ESCORIAL

El premiado, Alberto García, junto al presidente del Centro Segoviano y cronista oficial de Riaza, Antonio Horcajo durante el discurso. / Pablo López

El premiado, Alberto García, junto al presidente del Centro Segoviano y cronista oficial de Riaza, Antonio Horcajo durante el discurso. / Pablo López

Villacastín se vistió de gala en la tarde de ayer para entregar el ‘Premio Europa, Fray Antonio de Villacastín a la atención, cuidado y restauración de Patrimonio Universal Europeo’ al arquitecto Alberto García Gil por su carrera dedicada a este ámbito.

En primer lugar se hizo un homenaje a Fray Antonio de Villacastín, gran hacedor del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, ante el monumento que levantaron los Arquitectos Técnicos Españoles en las afueras de la localidad de Villacastín. El presidente del Consejo General de Arquitectura Técnica de España, José Antonio Otero Cerezo, fue el encargado de ofrecer una corona de laurel ante el monumento. A este acto también asistieron otras personalidades como el alcalde de la localidad, Jesús Grande Lozano; el premiado Alberto García Gil; y el presidente del Centro Segoviano en Madrid, Antonio Horcajo Matesanz, y algunos representantes políticos.

Tras el breve homenaje, los asistentes a la celebración acudieron a la iglesia parroquial Villacastín, que estaba abarrotada de gente, donde tuvo lugar la entrega del premio. Antonio Horcajo, cronista oficial de Riaza fue el encargado del acto de entrada, en el que relató y alabó la vida de Fray Antonio de Villacastín, como uno de los arquitectos más importantes de la obra del Monasterio del Escorial. Echó la vista atrás, a los veinte años que lleva entregándose este premio a aquellos defensores y restauradores del Patrimonio y mencionó la posible salida a Europa de este reconocimiento, que comienza en este 2015, y mediante el cual podrá verse, en futuras entregas de este premio, a algún arquitecto europeo que haya contribuido también a este objetivo.

Horcajo agradeció a García Gil su trabajo y dedicación durante tantos años de su vida, no solo en España sino también en el resto del mundo. Aludió también a la Residencia de Estudiantes Antonio de Nebrija, en Madrid, donde ambos se hospedaron durante su etapa universitaria.

Después tuvo lugar la entrega del premio, una piedra rectangular con la silueta del Monasterio de Escorial, el nombre del premio y del premiado, todo ello en ‘sangre de toro’ y sujeto con dos pies.

Llegó el turno de Alberto García Gil con su discurso, en el que agradeció al Centro Segoviano de Madrid por el premio recibido. Según afirmó García Gil, “los premios hay que considerarlos en su justa importancia, pero me llena de orgullo tras una vida de trabajo”. García Gil mostró su satisfacción por haber realizado un trabajo útil que haya servido, y sirva en un futuro para el bienestar de la gente. Este arquitecto ha dedicado su vida a la restauración el patrimonio dentro y fuera del país, y ha sido encargado durante mucho tiempo de la restauración de varios monumentos de España. En el extranjero ha trabajado en países como Méjico o Italia.

Alberto García manifestó que durante toda su vida “había trabajado en la teoría de la restauración, con el objetivo de que esta formase parte del desarrollo del territorio y de la población”.

Durante todo el acto, el maestro organista Ángel Montero Herrero fue el encargado de interpretar las partituras del monje Jerónimo Antonio Soler, del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. También un grupo de dulzainas acompañaron al premiado y demás autoridades a la entrada a la iglesia de San Sebastián de Villacastín. Al finalizar, el Ayuntamiento ofreció un convite para todos aquellos asistentes, en la explanada de la iglesia.

El Premio Fray Antonio de Villacastín fue creado por el Centro Segoviano de Madrid hace ya veinte años para distinguir la restauración del patrimonio heredado. Durante este tiempo ha sido concedido a personas e instituciones que cuidaron, mejoraron o estimularon su protección, como la Junta de Castilla y León, el Patronato del Alcázar, el Patrimonio Nacional, la Fundación ‘Vallelongo’, etc.

Este es el primer año en que se entrega el premio en la iglesia de San Sebastián de Villacastín, definida como ‘la Catedral de la Sierra’ por el Marqués de Lozoya, y seguirá sucediendo así en el futuro, en colaboración del Centro Segoviano en Madrid con el Ayuntamiento de dicha localidad.

Fray Antonio fue habitante en su juventud del pueblo segoviano, donde pasó su niñez. En su juventud marchó a Toledo para después convertirse en arquitecto encargado de la construcción del Monasterio de El Escorial.

Fuente: http://www.eladelantado.com/

Sin Comentarios.

Responder

Mensaje