VICENTE OYA, CRONISTA OFICIAL DE JAÉN Y CAMBIL, INVOLUCRA A LOS JIENNENSES EN SU PREGÓN ANTES DE UNA CABALGATA MUY “ANIMAL”

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Un día especial, lleno de sentimentalismo y de amor a una ciudad es el que experimentó Vicente Oya Rodríguez, cronista oficial de Jaén y de Cambil, cuando se asomó al balcón del Ayuntamiento a pregonar sus palabras. No lo presentó el alcalde de la ciudad, José Enrique Fernández de Moya, porque, en palabras de Oya, ya lo había presentado en los días previos a la celebración de la Feria y Fiestas de San Lucas 2015. “Me siento satisfecho y honrado por el protagonismo que me brindaron. Me enorgullece anunciar estos festejos e invitar a participar en ellos. Quiero lanzar el mensaje de que hay que tener la fiesta en paz”, dijo el también periodista de setenta y cuatro años, tras de pronunciar el discurso.

“Aquí estoy, profunda y sinceramente agradecido, por la gozosa oportunidad, tan especial, que se me ofrece, para que, en este acto público, pueda yo manifestar, como ciudadano, como cronista oficial, a los cuatro vientos, cuánto quiero a este Jaén de nuestros amores. Tanto como el que más”, espetó en los primeros trazos de la alocución. Oya Rodríguez obsequió a los asistentes con un pregón “para hacerlo de los jiennenses”. Inició el recordatorio con “la esencia de la feria”, en la que sobrevolaron la Plaza de Santa María, frente a la Catedral, las primeras ediciones de la cita (ganadera), en la que el “motor era de sangre antes de la actual, cuyo engranaje ya es de máquina”. No olvidó el cronista oficial homenajear a los trabajadores de estas fiestas, como operarios, barrenderos, policías y demás voluntarios, “puesto que ellos son los verdaderos pregoneros de este acontecimiento”. Acabó con referencias literarias para ensalzar el sentimiento que evocan estos días, que volvieron y volverán después de un año.

Los aplausos y los gritos de júbilo antecedieron a la tradicional cabalgata, de temática animal, dirigida a los más pequeños y en la que también disfrutaron los adultos. En ella participaron tres carrozas, once grupos de teatro y animación, un ballet, dos bandas de música, trescientos figurantes, veinticinco “niños carroza” y más de medio centenar de operarios de Protección Civil, Cruz Roja, auxiliares y efectivos del Patronato.

Los “carruajes” comenzaron el itinerario en la Plaza de Santa María e hicieron un recorrido por calles como Bernabé Soriano, Virgen de la Capilla, Avenida de Madrid hasta arribar a la Virgen de la Cabeza, donde se produjo el desmontaje. Música, ritmos donde prevalecía la percusión, zancudos, juegos con los “animales hinchables” y hasta encierros de sanfermines provocaron las risas de los ríos de personas que aguardaban el pasacalles para empezar con una sonrisa la fiesta más grande de la capital.

Un motor perdió gasolina

La carroza Los 101 Dálmatas sufrió un percance en su recorrido. Cuando bordeó uno de los lados de la Catedral perdió gasolina del motor que proporcionaba electricidad y tuvo que detenerse, ya sin luz. Esto provocó el retraso del avance de la cabalgata y un intenso olor a combustible, que se cubrió con café para evitar accidentes.

Fuente: http://www.diariojaen.es/

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