PREDILECCIÓN

POR ANTONIO LUIS GALIANO, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA

Bernardo Ruiz, triunfador. / Colección A. L. Galiano.

Bernardo Ruiz, triunfador. / Colección A. L. Galiano.

En innumerables ocasiones nos vemos necesitados a recurrir al diccionario para no errar en lo que queremos expresar. A pesar de ello, en ocasiones jugamos con los significados a nuestra conveniencia, llegando a trastocar el verdadero sentido en nuestro beneficio. Sin embargo, en esta ocasión no le jugaremos una mala pasada al citado diccionario y procuraremos ceñirnos a lo que nos indica. Así, si buscamos qué se quiere decir cuando utilizamos el término predilección, nos encontraremos que nos vendrá definido como el «cariño especial con que se distingue a alguien o algo entre otros». En nuestro caso lo vamos a referir más sobre alguien que sobre algo, pues de personas se trata. Al seguir leyendo, encontramos ‘predilecto, ta’, que viene a expresar como adjetivo la preferida por amor o afecto especial, remitiéndonos después a ‘hijo’ que adjetivado como predilecto adquiere el carácter de distinción que otorga una corporación territorial a alguien nacido en su ámbito. Hasta aquí, la justificación semántica del asunto al que queremos llegar: los Hijos Predilectos de la Ciudad de Orihuela.

En algunas ocasiones he hecho uso de aquella sentencia que el historiador oriolano del siglo XVII Francisco Martínez Paterna decía sobre que «Orihuela era madrastra de sus hijos y madre de los extranjeros». Frase ésta que he utilizado cuando se trataba de distinguir a algunas personas foráneas, aunque residentes y vinculadas muchos años a nuestra ciudad, como Hijo Adoptivo. Por el contrario, en esta vez al tratarse de oriundos de nuestra tierra a los que se les profesa o recibieron la admiración de sus gentes, por extensión de la ciudad, han merecido el honor de ser considerados como Hijo Predilecto.

A lo largo de nuestra historia reciente escasamente han disfrutado de esta distinción un total de siete oriolanos, de los que uno lo fue a título póstumo. Concretamente el inmortal poeta Miguel Hernández, al que tanto debe Orihuela. A estos siete, hoy hay que añadir a Bernardo Ruiz Navarrete ‘El Pipa’, que en su momento, dejó el pabellón español en el mundo del ciclismo a una altura que hasta entonces nadie había alcanzado. Pero hagamos memoria de aquellos que en vida pudieron disfrutar de ser reconocidos como predilectos entre los nacidos en nuestra ciudad.

El primer nombramiento que registramos es el del muradeño Luis Almarcha Hernández, mentor del poeta citado, que el 12 de septiembre de 1944 fue designado «por aclamación» por el Pleno Municipal presidido por el alcalde Francisco Lucas Girona. Días después, el 24 de dicho mes fue consagrado obispo en nuestra Catedral, con destino en la Diócesis de León. Años después, el 21 de septiembre de 1960 le fue otorgada la Medalla de Oro de la Ciudad. Es mucho, y siempre será poco lo que podemos decir de este prelado. De momento destacar su gran labor en defensa de patrimonio histórico y artístico de Orihuela. Transcurridos aproximadamente once años y siete meses, el 1 de febrero de 1956, siendo alcalde Luis Cartagena Soriano, el Pleno Municipal acordó por unanimidad conceder esta distinción al sacerdote y sabio entomólogo José Andreu Rubio, cuyo título le fue entregado en el Ayuntamiento el 31 de marzo del año siguiente. En 1983, presidiendo la Corporación Municipal el socialista Antonio Lozano Espinosa le fue otorgado el nombramiento de Hijo Predilecto al sacerdote y director del Oratorio Festivo Antonio Roda López, a cuyo expediente se adhirieron, además de numerosas personas algunas entidades como el Cabildo Catedralicio, Junta Mayor de Cofradías y Hermandades, Cámara Agraria Local y Juzgado Privativo de Aguas, entre otras. El «cura Roda» desde 1940 era Capellán Honorario del Ayuntamiento.

En la década de los ochenta, se volvió a tener otro nombramiento, en este caso el 28 de octubre de 1987, a favor del poeta Miguel Hernández Gilabert a título póstumo. El Pleno estuvo presidido por el alcalde Luis Fernando Cartagena Travesedo, asistiendo como invitada la nuera del poeta, Lucía Izquierdo. Al final del mismo se guardó un minuto de silencio.

En los años noventa del pasado siglo se produjeron otras dos nuevas distinciones: el 26 de agosto de 1992, siendo alcalde Luis Fernando Cartagena Travesedo, la gimnasta Carolina Pascual Gracia, Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Barcelona, siendo la primera mujer en ostentar dicha distinción. Asimismo, durante el mandato del alcalde José Manuel Medina Cañizares, le fue otorgado el título de Hijo Predilecto al barítono oriolano Pedro (Sánchez) Terol, después de haber vivido una dilatada carrera en el mundo de la zarzuela, cine, ópera y otros espectáculos musicales, El nombramiento le fue entregado en el Teatro Circo.

Después de quince años, ya en el siglo XXI, se vuelve a efectuar un nuevo nombramiento. En este caso el de Pedro Cartagena Bueno, alcalde de Orihuela entre 1970 y 1979 y promotor de muchas mejoras ciudadanas. El nombramiento por unanimidad se llevó a cabo en el Pleno Municipal de 29 de diciembre de 2011, presidiendo el alcalde Monserrate Guillén Sáez efectuándose el acto de la entrega de la distinción en el Teatro Circo, el día 28 de enero del año siguiente. Después de cinco años, Orihuela vuelve a tener un nuevo Hijo Predilecto: Bernardo Ruiz Navarrete, primer ciclista español que subió al podio del Tour de Francia. Fue nombrado por unanimidad en el Pleno Municipal celebrado el 23 de diciembre de 2015. Esta distinción se suma a otras con las que ha sido distinguido por el Excelentísimo Ayuntamiento de Orihuela, como la Medalla de Plata (1981). Así como rotulando con su nombre el Pabellón Municipal de Deportes y el Parque de la Ocarasa, en diciembre del 2013.

A todos ellos nuestro respeto, porque han sido merecedores de esa predilección, que se ha visto recompensada por el cariño que le han profesado los otros hijos de Orihuela.

Fuente: http://www.laverdad.es/

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