«EL QUE COMIA HASTA FARTASE, TENDRÁ QUE MELECINASE»

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

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Festejo campesino. Oleo de Pieter Bruegel «el Viejo». Año de 1566.

Ya me conoces ustedes y saben que «odio al inglés y al francés, enemigos de nuestros padres». También aviso sobre esa pandemia peligrosísima que nos invade y que los expertos de las siglas llaman SEM (Speech English Malady) . Pero como hoy, ¡oh maravilla!, finaliza este puñetero año bisiesto, voy a festejarlo excepcionalmente citando un proverbio inglés: «Your eating and drinking will govern your thinking». Máxima educativa que viene a decir que el comer y el beber influyen en nuestro modo de pensar.

¡Coña!

Lo que siempre dijo nuestro refranero: «La danza sale de la panza», y lo que contra tan animosa conseja advertíamos por Colunga: «De cenes y de fartures tan llenes les sepoltures».

Pues, ¿saben una cosa?

Si antes los ingleses venían a decirnos con su proverbio que una buena comida (y bebida) conducen al optimismo; los sicólogos europeos continentales (Dios, cuando creó el Canal de la Mancha supo muy bien lo que hacía) postulan ahora la cosa al revés: «El optimismo es quien hace buena a una comida».

Dicho de otro modo.

No es la danza la que sale de la panza, sino que la panza baila al son que le marca la danza.

¡Vaya!

Que cuando esta Nochevieja nos dispongamos a cenar nuestros típicos langostinos a la plancha, debamos previamente «pensarlos» con el máximo optimismo.

Como la triunfalista rueda de prensa de ayer del Sr. Rajoy, pero en marisco.

¿»Me entienden» qué diría la prestigiosa escritora doña Belén?

¡Oiga! ¿Y si somos pesimistas o nuestros pensamientos son venenosos como algunas setas?

¡No hay problema!

Una botellina de sidra antes de cenar es mano de santo: obra milagros. Ya lo decía Vital Aza:

«Contra los atascos de la bilis
en la sidroterapia está el busilis:
pues no hay agua de Vichy ni de Vitel
comparatible a la sidra de un tonel»

Aunque optimistas, porque la celebración nocheviejera lo merece, sean moderados en el comer y en el beber. Piensen en el título de nuestro comentario de hoy: «EL QUE COMIA HASTA FARTASE, TENDRÁ QUE MELECINASE»

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