DEVOCIÓN Y MESA EN LUANCO

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

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Luanco, villa capital del municipio asturiano de Gozón, celebra la fiesta del SANTÍSIMO CRISTO DEL SOCORRO.

Todo empezó un 5 de febrero del año 1776. El mar, la mar traicionera, amaneció calma y la marinería salió confiada a su faenar pesquero. De improviso el cielo se nubla, surge el huracán y la galerna, en oleaje embravecido, obliga a los barcos a buscar refugio en el puerto. Es casi imposible y se palpa el naufragio. Las gentes, en tierra, presagian lo peor y, llorando, suplican ayuda al cielo. Los sacerdotes, descalzos en signo de penitencia, revestidos con ornamentos negros y entonando el Miserere, sacan en procesión al Cristo y lo colocan cara al mar. Un mar que, de inmediato, calma su bravura y la marinería logra arribar a puerto. El Santísimo Cristo, desde entonces llamado DEL SOCORRO, había logrado el milagro de la salvación.

Y fíjense en esta otra historia luanquina porque tiene su aquel de curiosidad simpática: desde comienzos del siglo XVII la marinería de Luanco tenía por patrona a la Virgen del Rosario, con Cofradía fundada en tiempos anteriores a 1687. Pues bien, recordando el suceso milagroso del Cristo, en 4 de febrero de 1881 se funda la HERMANDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL SOCORRO, y se nombra a éste patrono de la marinería local, dejando en «segundo plano» a la Virgen del Rosario.

Y como en toda celebración que se precie después de la Misa hay MESA, los luanquinos festejarán estos días con el espléndido guiso de una sabrosa calderada (caldeirada) marinera de pescados y, como postre, esas exquisitas dulcerías de marañuelas que, al sentir de algunos estudiosos, son genialidades de galleta que nos enseñaron a preparar los wikingos en una de sus arribadas en Antromero.

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