NUESTRAS ARMAS NO SON CARNALES

POR ALBERTO GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE BADAJOZ

El convento de clarisas franciscanas de Santa Ana de Badajoz, al que ya hemos dedicado otras columnas, pero sobre el que por su relevancia y cumplir en estos días su 500 cumpleaños, merece la pena insistir, luce en la que fue su portada primitiva; la que se abre a la calle Duque de San Germán, un escudo de la orden, de gran valor por las singularidades que lo diferencian de los demás de su especie. Merece la pena contemplarlo con detenimiento.

Sus componentes, según el modelo general son, sobre una cruz coronada, dos brazos cruzados: uno cubierto y otro desnudo con la leyenda -que en este caso falta-: «Conviene que esté vestido un brazo de aquestos dos; pues si no, no sabréis vos, cual el de Francisco ha sido, y cual el brazo de Dios»; la corona de espina, unas llagas, y algún otro símbolo.

Sobre ellos, como elemento que no conocemos en ningún otro, el cordón franciscano anudado, que saliendo de la corona superior enmarca el conjunto.

Especial advertencia requiere la leyenda que flanquea el cordón: ARMA MILYTYAE / NOSTRAE. ANO DE 1524, en la que llama la atención el empleo de la Y en lugar de la I; y sobre todo la disposición, ya que media inscripción se escribe en la parte izquierda de arriba abajo, y al revés, como para ser leída con un espejo; y la otra en la derecha de abajo a arriba. Este corte y disposición de las leyendas para ser leídas en un sentido o en otro es muy frecuente. Pero la escritura invertida, es decir, la D o la E con la curva o los palos hacia la izquierda, tipo espejo, es insólita, lo que hace a esta pieza muy rara.

En cuanto al contenido, la leyenda, usada por muchas órdenes religiosas en escudos y emblemas, corresponde a la Carta 10.4 de San Pablo a los Corintios: «Arma militiae nostrae non carnalia, set potentia Deo». «Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino el poder de Dios». Aludiendo a la paciencia, oración, confianza en el Altísimo, y fuerza de su palabra.

En publicaciones del propio convento se consigna como fecha del escudo el año 1724, al confundir el 5 real con un 7, siendo así que, como indica además su factura arcaizante, la pieza se colocó solo seis años después de la fundación del monasterio.

Fuente: https://www.hoy.es/

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