Y DE RELLENO, VIRUTES DE SAN JOSÉ

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Podríamos empezar, hoy festividad de San José, discutiendo qué oficio desempeñaba el santo esposo de María, padre de adopción de Jesús de Nazaret.

Nada nos dicen al respecto los textos sagrados y, dada esa «ausencia documental», hemos de buscar opiniones basadas en lo que nos cuentan la tradición y algunos Santos Padres.

El criterio más generalizado es que se trataba de un «faber»; es decir, de un artesano.

Lo que en Colunga llamamos «UN CURIOSU» ; «uno que val pa tou».

San Gilario de Poitiers (367), San Beda el Venerable (735) y San Anselmo (1109) decían que era herrador («ferrador»); San Ambrosio, que era herrero (ferreru) y carpintero (carpinteru) y San Agustín (430) se inclinaba por albañil.

El lío artesanal lo arregló Fray Jerónimo Gracián de la Madre de Dios (1597) afirmando que «San Joseph supo muy bien y con mucho primor el arte del herrero y también la del carpintero y cualquier otro arte mecánico porque era industrioso e ingenioso sobremanera».

¿Se dan cuenta? .- Fue lo que les dije : UN CURIOSU.

¿Y por qué se insiste tanto en lo de carpintero?

Muy sencillo.

Echemos la culpa a los pintores de los siglos XVI-XVII en adelante y muy especialmente a Juan de Pacheco (XVI-XVII) quien en su «Tratado del Arte de la Pintura» aconseja la representación de un taller de carpintería con sus herramientas y en él «San José cepillando una tabla y en el suelo gran cantidad de virutas…»
Hoy (Jejejeje…) es mi santo y mis vecinos, Pili y Fidel, me han hecho un «regalín» que han encargado en el supermercado de al lado de casa. Se llama HEMARK y es un ejemplo de atención, de profesionalidad y de cariño a la clientela. Marta y Juan son los responsables de su éxito empresarial.

El regalín consistió en una cesta «con cosines muy prestoses» («coses útiles», se decía antiguamente) y que, por el aquel de San José, venían sobre un lecho de VIRUTAS de madera. Quiero pensar que eran como las que San José cepillaba en su tabla de carpintero.

¿Y cómo se hacen las virutas de San José, dulcería de hoy?

Batan muy bien 300 g de mantequilla con 300 g de azúcar hasta conseguir un a modo de crema; añadan dos huevos batidos y 300 g de harina con un poco de esencia de vainilla.

Amasen bien hasta conseguir una masa compacta y homogénea.

Extiendan esa masa en forma de lámina fina; corten tiras alargadas y enróllenlas en espiral en una caña. Horneen a calor medio y, ya en su punto, espolvoréenlas con azúcar una vez fuera del horno y separadas de su caña.

En fin, viento, lluvia y nieve en el Cantábrico.

Y hasta truena y todo para despedir al invierno.

Disfruten de la fiesta.

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