LOS ‘NOTARIOS’ DE LA CULTURA. LOS CRONISTAS OFICIALES PRESTAN UN GRAN SERVICIO DE MANERA DESINTERESADA

POR ALFONSO ROVIRA, CRONISTA OFICIAL DE ALZIRA (VALENCIA)

¿Quién es y qué hace un cronista oficial? Una de las figuras poco conocidas en el ámbito nacional, y también en la Comunidad Valenciana, es la del “cronista oficial”, íntimamente entroncado en la cultura local. Los ayuntamientos los nombran en virtud de las características y conocimientos que el candidato tiene sobre la población en la que convive, cuya función ejerce con carácter honorífico de acuerdo con el “amor y entrega” al municipio.

Según cuenta el compañero y tocayo, Alfonso Vila Moreno, cronista de L’Alcudia de Crespins, “A pesar de ser la tarea del cronista local una actividad ampliamente documentada en siglos pasados, el movimiento asociativo valenciano y también estatal, y las tareas colectivas que comporta el subsiguiente asociacionismo, son elativamente recientes. Los primeros pasos parece ser que se dieron a nivel nacional en 1948 y, a nivel regional, la idea de crear una asociación provincial surge en 1951, debido a las inquietudes de los escasos cronistas que gozaban de un nombramiento oficial y a un grupo de personas interesadas vivamente por la cultura valenciana. De este modo el cargo de “Cronista” sirvió para “premiar” importantes aportaciones al mundo de la cultura local y comarcal en los años 50 del pasado siglo, pero en muchos otros casos fue tan sólo el resultado de una imposición administrativa y los nombres que aparecen en un catálogo, como Vicente Badía Marín, entre otros”.

Así viene considerándose desde los años cincuenta del pasado siglo, creándose posteriormente, en la Asamblea constituyente de la nueva Asociación que se celebró en la sala del Consolat de Mar de la Lonja, el 19 de diciembre de 1989, la “Associació de Cronistes Oficials del Regne de València”, aprobación que se dio por unanimidad, que comenzó a presidir Francisco de Paula Momblach y en la actualidad José Ramón Sanchis Alfonso, con el objeto de agrupar a sus miembros para integrarlos en una asociación con vistas a suscitar la investigación y estudio sobre la temática relacionada con las costumbres. Historia y folklore de sus respectivos municipios. E, igualmente, para establecer y mantener vínculos entre ellos.

Al cronista oficial se le encomienda la tarea de defender los valores culturales de su municipio, promover la investigación en torno a ellos, así como asesorar a las autoridades y organismos de la Administración sobre cuestiones anteriormente esbozadas. Velar por el arte, el folklore, la heráldica, las tradiciones, la toponimia, la literatura y otras cuestiones que conciernan al ámbito del municipio.

En este sentido, a raíz del Decreto 116/1994 por el que se establecen los símbolos, tratamientos y honores de los ayuntamientos y diputaciones, la figura del cronista es de considerable ayuda para la información y asesoramiento que puede ofrecer respecto a los escudos, banderas y estandartes que afectan al municipio. Es, sin duda, el profesional con conocimientos afines a estas cuestiones.

Por otra parte, desde aquellos años de su creación la Associació viene desarrollando actividades de integración de los miembros mediante asambleas, y visitas culturales, como se vienen realizando todos los años de la mano maestra de don Paco Momblach.

El cargo de cronista, decía el periodista Vicente Badía Marín, no supone para nadie, que sepamos, un momio o una bicoca, antes al contrario, deviene en una función, cometido o trabajo sin remuneración, que tan solo en la vocación de beneméritos patriotas cabe buscar la explicación de su propia existencia.

Indudablemente, como ha sido reconocido, la labor del cronista es absolutamente desinteresada y carece de remuneración; se trata más bien de una dedicación “gratis et amore”, de esas que tanto escasean en estos tiempos. La mera cita de algunos de los insignes cronistas que fueron en tiempos pasados representan nombres como el de Carlos Sarthou Carreres, cronista de Xátiva, Salvador Carreres Zacarés, Francisco Almela i Vives, Emili Beüt Belenguer, Enrique Soler i Godes, Bernardo Bono i Barber y Santiago Bru i Vidal, entre otros tantos que honran y han honrado la dedicación altruista, que tanto prestigio dieron y siguen dando a la Associació, han prestado y otros seguidores continúan prestando inestimable prestigio a nuestros pueblos. Sin ellos, sin su callada labor, otro gallo les cantara.

La Junta Directiva de la Associació de Cronistes del Regne de Valencia, está formada por el presidente José Ramón Sanchis Alfonso, cronista de Aldaia; Francisco de Paula Momblanch García, de Benilloba; Manuel Vicent Febrer Romaguera, de Alcàsser; José Francisco Catalá Vila, de Alfafar; José Carlos Casimiro Campos, de Benifairó de la Valldigna; María Josefa Sempere Doménech, de Bocairent; Amadeo Civera Marquino, de Llíria; Elia Gonzálvez Esteve, de Muro del Alcoi; Alfredo Bernabeu Sanchis, d’Ontinyent; Josep Royo Martínez de Torrent; César José Salvo García, de Villar del Arzobispo; Agustí Ventura Conejero, de Xátiva; José Martí Coronado, de Azuébar; Francisco Pérez Puche, cronista de Valencia; Aureliano Lairón Pla y Alfonso Rovira Marín, cronistas de Alzira.

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