MUSEO HELGA DE ALVEAR, CÁCERES

POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).

El pasado domingo visite en Cáceres el Museo Helga de Alvear. En 1967, Helga de Alvear compraba su primera obra de arte y, sin sospechar la dimensión que este acto adquiriría en el futuro, daba inicio a una actividad que se ha mantenido hasta la actualidad, ganando en pasión, profesionalidad y tenacidad. Tres cualidades que le han permitido reunir la más importante colección privada de arte contemporáneo internacional de España y una de las más importantes de Europa.

Sin pretender reconstituir la historia del arte reciente o los movimientos que la estructuran, Helga de Alvear ha ido adquiriendo obras que, independientemente de su autor, le interesan por los avances artísticos que representan, porque van al encuentro de sus intereses o porque constituyen un reflejo conceptual o metafórico del mundo en que vivimos.

Más de tres mil obras integran en la actualidad la Colección Helga de Alvear. Sin embargo, la colección no se concibe como un conjunto cerrado y definitivo. Al contrario, permanece en constante crecimiento para responder a ese deseo de acompañar las transformaciones y desarrollos actuales y futuros del arte contemporáneo.

Finalizada la primera fase de construcción del Centro de Artes Visuales de Cáceres con la rehabilitación y el acondicionamiento museográfico del edificio conocido como La Casa Grande, se abrió al público con Márgenes de silencio, una selección de 115 obras de la colección Helga de Alvear producidas entre 1963 y 2009, iniciando, desde ese momento, un programa de exposiciones temporales en las que se realizan diferentes acercamientos sobre la Colección Helga de Alvear.

EXPOSICIÓN, COLECCIÓN

La exposición inaugural que ocupa el nuevo edificio desvela el carácter de la Colección Helga de Alvear y pone de manifiesto la vocación del Museo por facilitar una pluralidad de experiencias en torno al hecho artístico. El recorrido ofrece una visión de una parte de la creación contemporánea a través de la cual es posible dilucidar la idiosincrasia de nuestro presente.

Para esta muestra, José María Viñuela, patrono de la Fundación Helga de Alvear, conservador de la Colección y comisario general de los actos inaugurales, ha tenido el reto de seleccionar unas 150 obras: aproximadamente un 5% del total de la Colección que Helga de Alvear donará a la institución.

La muestra se distribuye en cuatro plantas, sumando cerca de 3.000 m2 de espacio expositivo y, sobre todo, brinda la posibilidad de explorar en primera persona esculturas e instalaciones de gran formato, así como pinturas, fotografías, dibujos y videoinstalaciones de más de 100 artistas diferentes.

Artistas procedentes de 26 países diferentes, con una presencia mayoritaria de artistas españoles (cerca de un tercio), estadounidenses y europeos, pero también con poderosas muestras del arte procedente de otras partes del globo -desde Vietnam, Venezuela, Sudáfrica o Corea del Sur, hasta Hungría, Brasil o Suiza- generan nuevas constelaciones en el siempre cambiante firmamento de la actualidad. Ahora que las fronteras suponen un límite a nuestra movilidad, el Museo propone un oasis para la reunión de geografías físicamente distantes, dejando en manos del visitante el hallazgo de posibles lazos, ideas y formas en común que disuelven la importancia del origen.

Aunque el recorrido comienza con Goya, propuesto como el primer artista contemporáneo, más de un 60% de las obras expuestas en esta muestra fueron ejecutadas en los últimos 20 años (y casi 50 de ellas entre 2011 y 2020). Además, será la primera vez que la mayoría de ellas se expongan en una institución museística. Es el caso, por ejemplo, de Faux Rocks (2006) de Katharina Grosse – un volumen pintado de 7 metros de ancho que en su día sorprendió a todo aquel que tuvo oportunidad de verla en la Galería Helga de Alvear-, o de Power Tools (2006) de Thomas Hirschhorn, que sólo estuvo expuesta una única vez en el Kunstmuseum Wolfsburg y ahora ha vuelto a ver la luz.

El aprovechamiento del espacio, creado a medida para albergar las obras, y el objetivo de utilizar el mismo para mostrar piezas que nunca antes habían sido expuestas fueron claves para lograr un resultado que garantiza una invitadora aproximación a la infinita riqueza de la Colección.

HELGA DE ALVEAR

Nace en 1936 en la ciudad de Kirn/Nahe (Renania-Palatinado) en Alemania. Estudia en el colegio Salem en el lago de Constaza y Lausana y Ginebra, Suiza. Posteriormente amplía estudios en Londres durante un año. En 1957 viaja a España para aprender español y conoce al arquitecto Jaime de Alvear con el que contrae matrimonio en 1959 y fija su residencia en Madrid. El matrimonio tiene tres hijas, Maria, Ana y Patricia.

En 1967 Helga de Alvear conoce a Juana Mordó y comienza lo que con el tiempo se convertirá en su colección de arte. Entra en contacto con los artistas del grupo de Cuenca y de El Paso y se va interesando cada vez más por la escena artística española.

En enero de 1980 entra a trabajar en la galería Juana Mordó: son años de aprendizaje, tanto en cuestiones de gestión como en un mayor conocimiento del mundo artístico internacional, especialmente a través de ferias como Art Basel, la Fiac en Paris o la Feria de Colonia. Así es de las galeristas que en 1982 apuestan por innovar la escena española con la creación de la feria ARCO.

Con el paso del tiempo la implicación de Helga de Alvear en la galería de Juana Mordó se hace cada vez más importante hasta que, con la muerte de Juana en 1984, toma las riendas. Durante los próximos 10 años seguirá las enseñanzas y el modelo, tanto artístico como de gestión, de su mentora.

Sin embargo, en 1995 decide dar un giro a su carrera abriendo una nueva galería bajo su propio nombre en un espacio de más de 900 metros cuadrados junto al Museo Reina Sofía. En este nuevo proyecto apuesta por el arte contemporáneo más internacional con un especial interés por la fotografía, el vídeo y la instalación que en el momento son casi desconocidas en España. Actualmente la de Helga de Alvear es una de las galerías más sólidas y de mayor trayectoria del panorama español con un innegable reconocimiento internacional.

Entre otros, Helga de Alvear ha recibido la Medalla de Extremadura en 2007, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes concedida por el Ministerio de Cultura en 2008, la Medalla de Cáceres en 2011, el Premio de la Fundación Arte y Mecenazgo en la categoría Coleccionista en 2012, la Cruz de la Órden del Mérito Civil (Bundesverdienstkreuz am Bande) concedida por la República Federal de Alemania en 2014 en reconocimiento a las relaciones culturales establecidas entre España y Alemania, y la Medalla de Oro de Madrid en 2015.

Al tiempo que se desarrolla su actividad profesional Helga de Alvear ha dado rienda suelta a su gran pasión: el coleccionismo de arte. En la actualidad la colección cuenta con más de tres mil piezas de artistas, tanto nacionales como internacionales.

FUENTE: https://www.facebook.com/manuel.garciacienfuegos

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