CALLE BINONDO DE ULEA (MURCIA)

POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

Hasta mediados del siglo XIX, a esta calle se le llamaba por el nombre de los espacios más importantes que allí concurrían.

Desde principios del siglo XVIII, al tramo explanado que había junto al camino del brazal se le denominaba «camino del Abono» porque en ese espacio de una antigua era, se depositaba toda la basura y excrementos domésticos. Como los residuos fermentados se utilizaban para abonar la tierra, acabó llamándose «Calle, o Lugar, del Abono»; aunque con anterioridad se le denominó «Lugar del Estercolero».

Junto al actual «Centro de Estancia de las Personas Mayores»; que en su inicio fue un bancal de terreno y que acabó, en el año 1892, siendo una almacén de naranjas, se le llamó «Rincón del Almacén» y, más abajo, siguiendo el curso del brazal por debajo de la acequia, el Ayuntamiento instaló unas rudimentarias casetas que servían para sacrificar y degollar las reses cuya carne se vendía a los vecinos de Ulea. A este tramo, se le denominó «Lugar del Matadero». En el lugar que, hasta hace poco tiempo, ha estado ubicada la estafeta de Correos y cuyo edificio fue propiedad de la familia Miñano, casa en donde nació nuestro ilustre fraile Dominico Jesualdo María Miñano López se le denominó «Barrio de los Miñano».

En el año 1849, fue nombrado Alcalde del pueblo Joaquín Miñano Pay, sobrino del padre Dominico, y, durante los 29 años que se mantuvo al frente de la alcaldía, hizo cuanto pudo con tal de conseguir que su pueblo estuviera más limpio, más sano y mejor estructurada la red vial del pueblo; a pesar de que tuvo  que apechugar con la terrible epidemia de cólera, que diezmó de forma importante la población.

Cuando regresó de Filipinas el fraile, tío del alcalde, a todos los caminos y lugares del pueblo quiso rotularle con un nombre en la pared y, en un pleno del Consistorio municipal, el Alcalde propuso ponerle el nombre del misionero “Fray Jesualdo Miñano”; a lo que el padre Dominico rehusó, alegando que él no era digno de que una calle del pueblo llevara su nombre.

Como ambos, tío y sobrino, vivían en las mismas dependencias, deliberaron-aquí mediaron las dos hermanas del Alcalde- y propuso que le pusieran el nombre del lugar de Filipinas en recuerdo del tiempo en donde estuvo misionando. Como se trataba del distrito filipino de Binondo; con dicho nombre se denominó, en el año 1856.

La propuesta en el Pleno del Ayuntamiento, fue aprobada por unanimidad de toda la Corporación y todas las callejas de este barrio quedaron inscritas como «La Calle Binondo».

En efecto, más que una calle se asemeja a una barriada ya que tiene varios ramales. A saber: desde la antigua Calle Mayor, actualmente José Antonio, parten dos ramales; el primero parte desde «Las Cuatro Esquinas» y sigue por la calleja empedrada en donde ha estado establecido el histórico Café-Posada de Domingo Pérez y Sofía Poveda. El otro ramal nace a la altura del edificio emblemático de «Los Miñano» y del antiguo «Horno de Salinas».

Es de reseñar que el tramo de calle Binondo, que va desde la confluencia de la calle José Antonio, hasta el Centro Multiusos de Personas Mayores, en el año 1931, siendo Alcalde Domingo Salinas Carrillo, se le puso el nombre de «Calle de Pablo Iglesias” (fundador del partido socialista), en donde se domicilió y empadronó, en el año 1935, el ciezano Luís García Fernández, aceptado por los miembros del Ayuntamiento según los artículos 34 del Estatuto Municipal y 45 del Reglamento sobre población y términos de 2 de julio de 1924.

Luís García Fernández se casó con una lugareña y, el día 22 de abril de 1944, fue nombrado Alcalde; en cuyo cargo permaneció hasta el día 7 de agosto de 1946.

Pues bien, esta calle «Pablo Iglesias», imbricada dentro del núcleo poblacional de la calle «Binondo» volvió a recuperar su antiguo nombre, en el año 1939, siendo Alcalde Francisco Miñano y Miñano. Desde esta fecha, día 18 de abril de 1939, se dio por extinguida la calle «Pablo Iglesias».

Ambos ramales se conectan entre sí por una calle peatonal que cruza desde el propio café posada y, siguiendo bordeando la estafeta de correos y todo el edificio de los Miñano, se conecta a la altura de la carpintería de los Herrera y la de la familia Ramírez Carrillo (los Frasquitones).

Ambos ramales, de la calle Binondo, flanquean al emblemático edificio que ha sido, a través de la historia, terreno cultivable, almacén de cítricos, Teatro Reina Victoria, Fábrica de miel, vivienda de la familia de Domingo Salinas Carrillo y con posterioridad, una vez adquirida por el Ayuntamiento, salón multiusos: Centro de Día, Centro de talleres, Centro de estancias de los mayores, Centro donde realizan su trabajo los/as Trabajadores Sociales, Psicólogos/as, y abogados laborales e, incluso Centro religioso donde se celebraban todos los ritos eclesiales, durante los cinco años que duró la restauración de la iglesia parroquial de San Bartolomé.

Allí se decía Misa, se bautizaba, se efectuaban funerales, se daba catequesis a los niños/as, se celebraban bodas, se instalaba el Belén de Navidad. Ambos ramales, siguiendo junto al cauce de los brazales, abocan en la Calle Avenida de los Reyes de España.

Pero, a la altura de la casa de los herederos de Federo Carrillo y la antigua estafeta de Correos, regentada por «El Tío Pedro» hay un ramal que circunvala paralelo a la calle José Antonio y desemboca en la actual Plaza de la Constitución», a la altura de la Casa Rural «El Rincón» y, frente a dicha Casa Rural había un callejón que desembocaba en la acequia y, en su lateral izquierdo había una escuela y la vivienda para el maestro, o maestra de turno. A ese pequeño tramo, se le denominó- durante 150 años- «Callejón de la Bodega», ya que con anterioridad a la construcción de la Escuela y vivienda para los Maestros, había una bodega.

Sí, a todo este entramado de calles estrechas, empinadas y emplazadas en el centro del pueblo, se le denomina «Calle de Binondo”. Fuente: El cronista J.C.E.

 

 

 

 

 

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