COVADONGA SIGLO XXI

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

10622773_681495091939050_8319845133455872864_n

Cova dominica -la cueva de la Señora- es para los asturianos algo más, mucho más, que un símbolo nacido de una batalla -mejor, engarradiella- entre cristianos y «árabes» y que un legado histórico de españolidad.

La Cueva de la Señora -la Santa Cueva – y en ella la preciosa imagen de La Santina es, en esencia, un sentimiento de asturianía que trasciende a creencias y a devociones. Es la «marianidad» (permítaseme la expresión) transformada en vivencia de valle, de campo, de montaña, de mar… De pueblo y ciudad incluso. Es la humilde grandiosidad de un paisaje que señala metas de cielo sobre cimientos de piedra. No se puede mirar al cielo sin firmeza de suelo ni allegarse a Dios sin abrazo de personas.

María, en Covadonga, no fue artífice de una batalla entre gentes ni protectora de una dinastía regia que gobernara un país naciente.

María es promesa de unidad, de trabajo, de servicio a la humanidad en esencia de evangelio.

De ese evangelio que regaló su Hijo y que cada vez es más «ocultado» porque sus enseñanzas -así dicen- no son «modernas».

Necesitamos una Covadonga que cante lo de «Bendita la reina de nuestras montañas», pero también necesitamos de otra Covadonga «Siglo XXI» que señale caminos de esperanza, de fe y de servicio. En una palabra, de honradez religiosa, política, económica, educativa, laboral y humana.

Sin Comentarios.

Responder

Mensaje