POR ABRAHAN RUIZ JIMÉMEZ, CRONISTA OFICIAL DE CEHEGÍN (MURCIA)
Con esto de que venimos publicando articulitos con la firma de este Cronista Oficial son muchas las preguntas que se nos hacen al respecto. Vamos a intentar complacer tal justificada curiosidad.
La figura del cronista está de plena actualidad y de ello es debido al buen quehacer que han llevado a cabo, y llevan, en las distintas poblaciones donde existen y ejercen su función, desde mucho tiempo atrás.
Ha dicho recientemente un autor que, desde siempre, el hombre expresó sus sentimientos a través de los signos, lo que les convirtió en cronistas; con la escritura, la crónica se hizo viva y empezó a expandirse. Ello dio lugar a que papas, reyes, dignidades, órdenes religiosas y militares, grandes señores, así como en lugares, ciudades y villas, crearon y nombraron la figura del cronista, y hemos de apuntar que, en España, siempre gozaron de una honda tradición que se perfila en las Cortes de Monzón del año 1547, con la creación de los mismos, sucediéndose abundante legislación al caso, hasta nuestros días en que muchos ayuntamientos están actualizando sus Reglamentos de Honores y Distinciones y poniendo a los cronistas en el lugar correspondiente, al amparo del R.D. 2568/86.
Hubo antepasados nuestros que recogían en sus cuadernos los sucedidos, muchos de los cuales contemplamos hoy.
En nuestra región tenemos dos casos curiosos de honores a cronistas: el Oficial de la Región de Murcia, que tiene categoría de Director General y el de Las Torres de Cotillas que es concejal honorario, lo que también ocurre en otras poblaciones españolas.
Sin embargo hay todavía varios Ayuntamientos de la Región que no han designado a sus respectivos cronistas, lo cual merece el máximo respeto.
El Cronista es, pues, quien investiga el pasado que escribieron otros cronistas, con lo cual, la crónica es una sucesión de noticias, actos y hechos que se van contando o narrando, cayendo en manos de historiadores, muchos de los cuales son, también, cronistas oficiales.
El oficio de Cronista es común para quienes desempeñamos tal menester, pero la denominación de oficial solo corresponde darla a los organismos que tienen carácter de diputaciones, cabildos insulares, ayuntamientos, y, hoy, a las autonomías uniprovinciales. Es de advertir que el cargo es vitalicio, honorífico y gratuito.
A los organismos citados hemos de añadir los obispados, con jurisdicción exenta, cuyos cronistas gozan de los mismos honores y prerrogativas que los anteriores.
En nuestra región se ha desempeñado un gran interés por conocer ciertas historias, o hechos, dentro del ambiente de asociaciones, cofradías y hermandades, muchas veces religiosas, entroncadas con la historia local y, ello, ha motivado que designen cronistas que llevan a cabo tales funciones, pero ellos no pueden ser denominados oficiales por las razones expuestas y, consecuentemente, pertenecer a las asociaciones oficiales.
En Cehegín tienen designados Cronistas la Hermandad de la Virgen, al Padre Javier: la Junta de Cofradías de Semana Santa, a Manuel Gea; la Cofradía de los Verdes, a José María Alcázar; y la Cofradía del Santo Sepulcro, al que escribe. No tengo constancia de otros.
Las medallas –distintivo de los cronistas oficiales- las otorgan las respectivas Asociaciones y se imponen en actos con ceremonial al caso, después de haber sido admitido el ingreso de los solicitantes, tras del nombramiento oficial y previa acreditación.
El cargo de cronista, por lo general, siempre se otorgó, o se otorga, a una persona física, bien por sus merecimientos en el campo de la literatura, o en el de la investigación histórica, y los cronistas españoles estamos siempre allí donde se nos requiere.
Fuente: EL PERIÓDICO DE CEHEGÍN. Cehegín, agosto de 2014
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