POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
No parecía que iba a llegar el día, pero llegó y la escultura “Carmen dormida” del conocido artista Antonio López, que fue instalada para la exposición “Las Edades del Hombre”, ha abandonado la ciudad, silenciosamente, sin decir nada, sin despedirse… y naturalmente, las gentes de Arévalo ya la echamos de menos. Se había convertido en una ciudadana más, querida y popular.
Recordemos que esta escultura bella y tierna fue instalada en la Plaza de El Salvador a la salida de la exposición “Credo de Las Edades del Hombre Arévalo 2013”, era la última de las obras de arte que componían la exposición. Y llegó algunos días después de la inauguración por motivos técnicos.
Fue una atracción, una escultura muy fotografiada que hoy estará fotográficamente en millares de hogares de España y del mundo. Una escultura que, junto a otra, la de la infanta Isabel que está en el Arco del Alcocer, han sido durante ese tiempo los monumentos más fotografiados de la ciudad.
Y llegó el final de Credo y todo se fue desmontando hasta la siguiente cita de Las Edades. Todo no, porque esta escultura de la tierna Carmen dormida siguió presente en la Plaza de El Salvador sabiendo que no era nuestra, pero sin saber hasta cuando nos acompañaría. Carmen ya era como una ciudadana más e incluso un amigo mío al pasar por esa céntrica plaza siempre la saludaba como si de una persona conocida se tratara… Carmen, ¡buenos días!…
“Carmen dormida” nos ha dejado 14 meses y 6 días después de su llegada, un ya lejano 27 de junio de 2013. Silenciosamente, sin hacer ruido la mañana del pasado dos de septiembre… y sin decirnos adiós. Gracias José Luis por las fotos que no pudimos capturar y tu nos has prestado.
¡Adiós Carmen dormida! Adiós, y gracias Antonio López por este regalo a la ciudad de Arévalo que, aunque sabíamos que era un regalo temporal, ha sido un gran regalo… ¡Gracias don Antonio López!
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