EL ORIGEN DE LAS URRIETAS: NUEVOS ESTUDIOS AVALAN QUE EL PUENTE DE PERERUELA QUE LLEGÓ EN PIE AL SIGLO XVIII PUDO TENER INFLUENCIAS MEDIEVALES Y NO ROMANAS

POR RAMÓN M. CARNERO, CRONISTA OFICIAL DE PERERUELA DE SAYAGO (ZAMORA)

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El popularmente conocido como puente romano de las Urrietas, ubicado en el término de Pereruela, en el trazado de la calzada mirandesa, ha conocido, que sepamos hasta ahora, tres construcciones deferentes.

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La primera sería un origen romano-medieval, la segunda hay que situarla en la segunda mitad del siglo XV o primera del siglo XVI, y la tercera a finales del siglo XVIII. El puente de las Urrietas de Pereruela y el de Sogo, debido al trazado de las vías en las que se encuentran, siempre habían sido considerados de época romana o romana-medieval, como reza en un letrero que hay junto al segundo; y así habían sido considerados por historiadores y divulgadores hasta que, el 23 de enero de 2002, el investigador de la zona Miguel Martín sacó a la luz unos protocolos notariales que demuestran que ambos puentes fueron construidos en el siglo XVIII, aunque mejor sería decir reconstruidos o restaurados debido a su deterioro, ya que –según el documento- para ello fue «desmontando el puente viejo para invertir en el nuevo los útiles que resulten del desmonte». (La Opinión-El Correo de Zamora, 23 de enero de 2002).

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Nuevos documentos que yo he sacado a la luz, si bien no son tan explícitos como los que acabamos de ver, parecen indicar que, al menos, el puente de las Urrietas que llegó al siglo XVIII, cuyos sillares fueron aprovechados para la nueva fábrica que se hizo en dicho siglo, tampoco era romano, y si le tocó algo de la Edad Media fue muy al final o simplemente la influencia.

La primera nota que pone en duda su estructura romana está fechada en 1449. Se trata de un documento catedralicio – mencionado por De Lera en su Catálogo de los documentos medievales de la Catedral de Zamora– que habla de la partición de una serie de bienes muebles y raíces en Pereruela que viene de la era de 1387. Estudiando dicho documento por la aportación que pudiera tener para conocer la toponimia de Pereruela y su evolución en los últimos cinco o seis siglos, así como tratar de averiguar por qué lugares del término se extendía el terreno de labrantío, al mencionar las fincas y sus límites con otras, en una de ellas dice: «tierra de la Puente derribada, linderos la carrera de Fontaniellas i la Ribera».

Y Fontanillas es una dehesa que se encuentra junto al río Duero entre las dehesas de la Viñuela y la Albañeza al norte de Arcillo, pueblo por el que pasa la ruta mirandesa. En cuanto a La Ribera, es la de Pereruela. En otra ocasión volveremos sobre ella, porque es muy interesante. A pesar de la brevedad del documento deja bien claro que no existe puente en las Urrietas puesto que está derribada, y, posiblemente, desde hace tiempo, ya que no menciona para nada el topónimo en el que está ubicado, porque la gente de entonces ya se había familiarizado con su destrucción y le era más fácil de precisar que por el topónimo del lugar que abarca mucha más extensión, las Urrietas. En documentos del siglo posterior al de este que estamos viendo, dicho topónimo aparece como Orrietas.

El segundo documento es del año 1656. En esta ocasión es un protocolo notarial del Archivo Histórico Provincial de Zamora, que recoge la compra de un molino en el «lugar de Periruela en la rribera de la puente vieja de las Urrietas».

El documento, aparte de nombrarlo como es conocido, deja claro que hay un puente y que es viejo; afirmación ésta que hace pensar que llevaría construido cuando menos más de un siglo, ya que entre el primer documento que nos habla de una puente derribada y el segundo que sí lo hay, han transcurrido algo más de doscientos años.

Visto los documentos y los percances sufridos por los sucesivos puentes que se reconstruían en las Urrietas, tampoco se puede asegurar que la estructura del siglo XVIII o parte de ella sea la que nos ha llegado. Hay una serie de indicios o señales que parecen abalar esto último.

En las rocas de la margen derecha antes de entrar en dicho puente llegando desde Pereruela, hay señales de la utilización de barrenas que han perforado las rocas para el posible uso de dinamita –como se puede ver en la fotografía-. También hay que tener en cuenta las piedras de gran tamaño sin labrar, colocadas en el lado izquierdo frente y junto a las taladradas. Y por último la falta de sillares en el lienzo de muro a la izquierda de la salida del agua del ojo de la margen izquierda. Todo esto parece estar hablándonos de otra nueva remodelación.

A parte de los deterioros por las sucesivas riadas año tras año y siglo tras siglo, debido al encauzamiento y estrechamiento del arroyo, por el lugar en el que se encuentra, también hay que tener en cuenta las remodelaciones llevadas a cabo en las aceñas Nueva o del Sr. Rufino (por su último dueño Rufino González ) del río Duero en Pereruela, para las que dicho puente era vital. De la primera nos informa Carabias en 1884. En cuanto a la segunda se dio en las primeras décadas del siglo XX que las reconvirtió en centrales productoras de energía eléctrica. ¿En qué pudo afectar esto al puente de las Urrieras?

El puente de las Urrietas no sólo era de tránsito de la calzada Mirandesa sobra La ribera en el término de Pereruela, en él también confluía, para acceder a dicha aceña, otro camino que iba hasta el teso de Bárate a unirse con la ruta de Bermillo-Fermoselle, y uno más, aunque los usuario de esta no tenían que pasar sobre él pero sí llegan junto a él, el de los Molendores que legaba a Sobradillo para enlazar con la ruta de Fresno de Sayago, donde se unía a las de Peñausende y Almeida. Si a esto le sumamos el cambio de actividad de la aceña, de molienda a producción eléctrica para mover la nueva fábrica de Bárate, conocida popularmente como Molino de Bárate, construido a 5 kilómetros al oeste de Pereruela en la carretera Zamora-Fermoselle en las primeras décadas del siglo XX , y desde el que se abastecía de electricidad a cinco pueblos del entrono: Arcillo, Malillos, Sogo, Sobradillo y el propio Pereruela; no es descabellado pensar que las necesidades de montaje de nueva maquinaria en ambas ocasiones, el mantenimiento de la misma y el contacto necesario entre aceña y molino, precisara de alguna transformación o mejoras en el puente o sus alrededores para facilitar un mejor transito.

La historia de estas aceñas, así como del Molino de Bárate la publiqué en La Opinión-El Correo de Zamora en el dominical del 26 de agosto de 2001 «Molinos, la otra faceta de Pereruela».

Fuente: <a href=http://www.laopiniondezamora.es/comarcas/2014/08/23/origen-urrietas/783970.html>http://www.laopiniondezamora.es/</a>)

 

 

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