ORDENACION SACERDOTAL DE MARCO ANTONIO DELGADO GUERRERO

POR FRANCISCO JAVIER ARELLANO LÓPEZ, CRONISTA DE LUIS MOYA, ZACATECAS (MÉXICO) 

“Ser y estar donde hay un ser humano necesitado es donde la iglesia te necesita”

Monsr. Sigifredo Noriega Barceló, Obispo de Zacatecas.

El martes 16 de julio del 2024, día de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, en la comunidad del Coecillo, Luis Moya, Zac. fue la ordenación sacerdotal del diácono Marco Antonio Delgado Guerrero. El señor Obispo de Zacatecas, Monsr. Sigifredo Noriega Barceló asistió al santuario del Señor del Palito del Coecillo para celebrar la misa de la Ordenación Sacerdotal donde estuvieron presentes más de 50 sacerdotes de la Diócesis, los familiares del nuevo sacerdote, casi toda la comunidad del Coecillo y muchas personas de la parroquia de San Francisco de Asís de Luis Moya y de otros lugares.
A las 12:05 horas del día entró al santuario el diácono Marco Antonio del brazo de sus padres Rubén y María. Es el novio que va a ser entregado a la novia, la iglesia. Es muy emotivo el momento. Sus padres saben que lo van a dar a la iglesia y que terminada la ceremonia, su hijo “los dejará” para dedicarse de lleno a su pastoral. Como sucede en estos casos, su hijo seguirá siendo de ellos pero la esposa será la dueña de su tiempo y de su vida. Enseguida entraron los sacerdotes acompañantes luego el párroco de Luis Moya, el Pbo. J. de Jesús Alvarado Pasillas y al final entró el Sr. Obispo, don Sigifredo Noriega sosteniendo su báculo y repartiendo bendiciones para todos los asistentes a esta memorable ceremonia.

Había expectación por ver este acto religioso. Comenzó la misa. Las lecturas fueron leídas por dos mujeres integrantes del grupo litúrgico. El evangelio escogido por el diácono para ser leído en esta ocasión es de Juan 15: 12. Acto seguido fue solicitada la presencia del diácono Marco Antonio frente al altar. El J. Jesús Alvarado Pasillas, párroco de San Francisco de Asís, pidió al Padre Obispo, en nombre de la santa iglesia, la ordenación de este hermano nuestro.

– ¿Sabes si es digno?- preguntó Monseñor Noriega.

– Después de consultar al pueblo cristiano, doy testimonio que ha sido considerado digno- contestó el párroco Alvarado.

– Con el auxilio de Dios y de Jesucristo, nuestro salvador, elegimos a este hermano nuestro para el orden de los presbíteros- dijo el señor Obispo.

Monseñor Noriega Barceló comenzó su homilía diciendo que “hoy nuestro primer saludo para nuestra madre María, nuestra Señora del Carmen”. “La estrella del mar” según dicen los marineros, “La Conductora”, le dicen los transportistas, es la madre que cuida a todos sus hijos en situaciones de peligro. Monseñor Noriega saludó a la familia de Marco, a toda la comunidad de Coecillo, a la parroquia de San Francisco de Asís y a la comunidad del Seminario. Recordó que hace 4 años estuvo aquí en la ordenación de ahora Padre Omar. También hizo mención de la frase de San Benito Abad que cuando comiences una obra buena pidas a Dios que la lleve a feliz término. Dirigiéndose a Marco dijo que “aludes a la gestación, nacimiento, cultivo y la culminación de una vocación”. Son palabras muy significativas. Casi todos sabemos la historia personal de Marco Antonio, los problemas de su gestación, de su nacimiento, de su desarrollo educacional para llegar a la vocación de ser “curador de almas” en lugar de ser curador de cuerpos. Dios lo eligió y dos meses antes de terminar sus estudios en el Cebeta de Cosío, Ags., Marco encontró esa luz que le marcaba un nuevo camino. El P. Miguel Ángel Huizar ayudó a encontrar el camino de otra vocación. Marco Antonio, en lugar de escoger la carrera de Medicina, que siempre la tuvo elegida para curar de un mal físico a su mamá, encontró la vocación del sacerdocio para curar el alma de su madre, de todos sus hermanos familiares y del mundo. El Obispo agradeció a sus padres, a las escuelas, a las personas, a la comunidad que ayudaron a encontrar la vocación de Marco Antonio. “La vocación es fruto de Dios”, expresó.

Continuó la homilía diciendo que “desde este 16 de julio del 2024 hasta la eternidad serás sacerdote para siempre”. Hoy la palabra se hizo sacerdote como un día se hizo con todos nosotros, aludiendo a todos los presbíteros presentes. Luego se preguntó como deber ser el sacerdote del siglo XXI y cómo debe ser su perfil. Monseñor Noriega dijo que siguiendo las bienaventuranzas, ser como Jesús, servidor de tiempo completo, trabajador de las 24 horas y de los 7 días de la semana, NO ser funcionario de los sagrado, no ser mercenario dinerero, no arrogante ni autoritario; ser buen pastor, ser humilde, no cobarde ni mediocre cura de misa y olla. Ese es el perfil. La voz del Obispo se oye clara y precisa. El verso del poeta mexicano Xavier Villaurrutia está presente:

“y mi voz que madura

y mi voz quemadura

y mi bosque madura

y mi voz quema dura”.

Ya culminando la homilía, el señor Obispo de Zacatecas arengó que “no podemos ser conformistas, no podemos ser sacerdotes mediocres”; se debe cumplir la misión de la iglesia porque la iglesia te necesita, dijo dirigiéndose a Marco. Tenemos que ser discípulos para ser sacerdotes. “Ser y estar donde hay un ser humano necesitado es donde la iglesia te necesita”, sentenció. “Irás a donde yo te envié, dijo que dijo el profeta Isaías. No tengas miedo, Marco. Yo te voy a proteger. Y terminó diciendo “la palabra que hemos escuchado se hace sacramento”.

Luego procedió el ritual y el Obispo preguntó a Marco:
– ¿Quieres desempeñar siempre el ministerio sacerdotal en el grado de presbítero como fiel colaborador del orden episcopal apacentando el rebaño del Señor bajo la guía del Espíritu Santo?
– Si, quiero- dijo Marco Antonio y como novio desposado contestó afirmativamente otras preguntas.

A continuación, Marco prometió obediencia al Obispo y a sus sucesores. Luego, el diácono se postró en la tierra como señal de humildad, amor y donación a Dios que lo ha llamado. Enseguida, la Asamblea cantó la letanía de los santos. Al término de esta, Marco Antonio se levantó para disponerse al acto culminante como es la imposición de las manos por parte del señor Obispo y de todos sus compañeros sacerdotes. Así, todos ellos colocaron sus manos sobre la cabeza del nuevo ciervo. Luego se anunció el cambio de vestiduras propias de su ministerio como son la estola y la casulla y el P. Ricardo Martínez, párroco de Ojocaliente, ayudó al nuevo sacerdote hacer el cambio de su vestimenta. Después sus padres lo abrazaron con tanto cariño, le dieron una bendición como si se presintiera la salida a un viaje a un lugar extranjero. Marco Antonio luego se dirigió hacia el Obispo para el ungimiento de sus manos con el Santo Crisma. Es el signo de consagración a Cristo. Cristo es el ungido y Marco, con esta señal, participará del sacerdocio de Cristo. Luego el Obispo ungió sus manos. Después le entregó la patena con el pan y el cáliz con el vino que significa que el nuevo sacerdote está preparado para el sacrificio de la misa. Enseguida el Obispo recibió al nuevo sacerdote como colaborador del ministerio sacerdotal y le dio un saludo de paz:

– La paz sea contigo- dijo el Prelado.

– Y con tu espíritu- contestó el nuevo presbítero.

Posteriormente todos los sacerdotes asistentes besaron las manos del nuevo ungido. Comenzó el párroco de Luis Moya J. Jesús Alvarado Pasillas, siguieron varios compañeros, por ahí pasaron el Pbo. José Manuel Alvarado González, adscrito a la parroquia de San Francisco; el P. Juan Manuel Molinar Cabral, adscrito a la parroquia de San Francisco en calidad de jubilado; el P. Agustín García y Omar Martínez Guerrero, primer sacerdote del Coecillo que fue ordenado hace cuatro años en este mismo lugar. Después, el Pbo. Marco Antonio Delgado Guerrero subió al altar, a un lado del Obispo, para ejercer el ministerio y para concelebrar la misa por primera vez.

Luego se presentaron las ofrendas por parte de los padres de familia, por parte de la parroquia de San Francisco y sus comunidades. La ceremonia religiosa continuó hasta llegar al momento en que el nuevo sacerdote dio la comunión a sus padres y después a la feligresía de esta comunidad. La emoción no ha decaído, cada momento que se vive está pendiente de lo que pasa en el altar. El coro de Pánuco, Zac. acompañó la entrega de la comunión. La Sra. Martha de Arellano retuvo el báculo del Obispo y la Sra. Silvia Nayely de la Riva condujo la ceremonia. Ya casi para terminar, el señor Obispo dio una bendición especial al Pbo. Marco Antonio “Que Dios te proteja con su gracia para que cumplas fielmente con tu ministerio presbiterial” y, después a toda la comunidad, dio la bendición a todos los asistentes. Ulteriormente felicitó al Padre Marco Antonio y le dio dos encomiendas, no sin antes decirle que será enviado a donde se requiera pero que por lo pronto seguirá siendo secretario de la visita pastoral y continuará estando designado en la parroquia de Fátima en la ciudad de Zacatecas. La gente aplaudió. El final de la ceremonia estaba concluyendo, era cerca de la una y media de la tarde. Una larga fila de personas se formó para felicitar, para retratarse con el nuevo Padre. Sus padres lo dejaron en buenas manos. El santuario del Señor del Palito de la comunidad del Coecillo, Luis Moya, Zac. se congratula con sus hijos y ya lleva dos ordenaciones en estos primeros cuatro años de 2020 al 2024. Mañana será el cantamisa en este mismo lugar.

FUENTE: https://www.facebook.com/fcojavier.arellanolopez

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