NAUFRAGIOS EN AGUAS DE GRAN CANARIA (XXXIX) SALAMIS (1916)

POR RAFAEL SÁNCHEZ VALERÓN, CRONISTA OFICIAL DE INGENIO (REGIÓN CANARIA)  

Faro de Maspalomas. Situado en el extremo meridional de Gran Canaria, fue puesto en servicio en 1890 y al igual que el Lazareto de Gando dio cobijo a muchos náufragos

Faro de Maspalomas. Situado en el extremo meridional de Gran Canaria, fue puesto en servicio en 1890 y al igual que el Lazareto de Gando dio cobijo a muchos náufragos

 

El Salamis

El Salamis era un buque de carga de nacionalidad griega de 6300 toneladas de desplazamiento. Había partido de Cardiff con un cargamento de carbón el día 30 de noviembre de 1916 con dirección al puerto de Montevideo. Después de efectuar la descarga se dirigió al puerto de Buenos Aires a cargar cereales, emprendiendo el viaje de regreso con rumbo a Las Palmas, para llegar a aguas del sur de Canarias un domingo 10 de diciembre siguiente.

Cuando se encontraba al S.O. de Gran Canaria, cerca del Hierro, sobre las 7,30 de la mañana, previo aviso con un disparo de cañón con pólvora seca, fue detenido por un submarino alemán, que pidió que en un bote se le llevara la documentación del barco, pasando luego varios oficiales del sumergible al bordo del vapor griego, obligando a arriar la bandera griega, izando una bandera alemana en su lugar. A bordo del barco retenido almorzaron y tomaron algunas copas que ellos mismos se servían, permaneciendo a bordo treinta horas. Durante ese tiempo, el joven comandante del submarino, formuló muchas preguntas a los griegos, extrañándose de no ver ningún buque de guerra por aquella zona.

Los alemanes obligaron a los griegos a abandonar el Salamis, procediéndose al remolque de tres botes con la tripulación griega con sus correspondientes equipajes por el submarino hasta las cercanías de la costa, volviendo a dirigirse al lugar donde quedó el Salamis con varios marineros alemanes a bordo. Amarrado a la popa, el Salamis puso rumbo hasta algunas millas de la costa de Maspalomas en la tarde del miércoles 13 de diciembre de 1916, donde lo hundieron cañoneándolo, argumentando que el hundimiento se debía a que el vapor llevaba carga a Montevideo consignada a casa inglesa. A su llegada a tierra los náufragos fueron auxiliados por los torreros del Faro de Maspalomas que los obsequiaron de manera desinteresada con provisiones y ropa.

Remolcadores llegados del Puerto de la Luz, condujeron a Las Palmas a los náufragos a donde llegaron a las ocho de la noche, haciéndose cargo de su presencia la casa Miller y el Consulado de Grecia, siendo alojados convenientemente.

La prensa de Las Palmas denunció en sus páginas hechos graves ocurridos con los botes del Salamis por parte de personas sin escrúpulos, razón por la cual el Delegado del Gobierno Sr. Luengo dio órdenes a la Guardia Civil del puesto de Santa Lucía para vigilar las playas de Maspalomas y proceder contra los responsables.

FUENTE: EL CRONISTA

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