AGRIMENSORES

POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA. CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

agrimensores

En todos los pueblos y ciudades, la aparición de profesionales de actividades técnicas, era un signo inequívoco de progreso. Así ocurrió en Ulea, durante los siglos XVIII y XIX, con la aparición de varios “agrimensores” qué, se consideran “personas imprescindibles para medir y valorar el precio de las tierras; tanto de regadío como de secano”.

Estos profesionales fueron expertos dibujantes, ya que era el único medio útil para interpretar las heredades; se consideraba el único soporte visual, hasta finales del siglo XIX.

Pues bien, el uleano Don Antonio Torrecillas Yepes, acreditando que había estudiado geometría y  practicando las artes de “agrimensor”, solicita de las autoridades académicas de la Ciudad de Murcia, “ser autorizado para examinarse de la especialidad de Agrimensor”. Para tal menester, envió una instancia, avalada por el señor cura párroco de Ulea, Don José Tomás y Tomás y, por el Alcalde Don Joaquín Miñano Pay, con el fin de que se le examine de las materias pertinentes.

Tal y como estaba reglamentado, envió dicha instancia al Comisionado y Jurado del Cabildo, para efectuar dichos exámenes. A su vez, suplicó qué, una vez efectuados los exámenes, le remitieran sus resultados al Ayuntamiento de Ulea, con el fin de dar providencia de los mismos y de su “aptitud”; si había sido merecedor de la misma.

Una vez recibida la noticia de los resultados de sus exámenes y, siendo los mismos positivos, fue empleado por el Ayuntamiento, como Agrimensor del municipio de Ulea, cargo que desempeñó, con gran dedicación, hasta el año 1910, debido a qué, tras el advenimiento de la fotografía, sustituyó en gran parte al dibujo de los terrenos en los trabajos de medición y valoración de las heredades; dándoles, a los mismos, una mayor agilidad.

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