POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Todo empezó en 1870 cuando el científico Erich von Wolf (1818-1896), al analizar los componentes nutricionales de las espinacas y publicar los resultados obtenidos, cometió la errata, al expresar el contenido en hierro, de «correr» la coma decimal un lugar a a la derecha y, así, en vez de poner 2,71 % puso 27,1 %; es decir, multiplicó el resultado por 10.
Pues lo que son las cosas: ese error fue aprovechado en 1929 por el dibujante-humorista americano Elzie Crisler Segar para crear el simpatiquísimo personaje de Popeye (y su novia Oliva, y el pequeño Cocoliso, y el marinero Brutus…), debilucho él, pero que se transformaba en poderoso y fornido atleta al comer una buena ración de espinacas. La primera «tira cómica» de Popeye apareció como se dijo, en 1929, en el periódico The New York Evening Journal.
Es la espinaca (Spinacia oleracea L.) una planta de la familia de las amarantáceas, originaria de Persia y que llegó a España, en el siglo XI, durante la dominación árabe.
La cocina de las espinas es variadísima y hoy, desde estas líneas, vamos a divulgar la preparación de un REVUELTO CON GULAS (olvidémonos de las angulas de verdad») y GAMBAS. Para ello cuecen las espinacas en agua con sal; escurren, se «aplastan» un poco con un tenedor y se agregan a un sofrito de ajo y unos piñones Aparte se preparan unas gulas y gambas al ajillo según costumbre.
Se mezclan espinacas, gulas y gambas y el conjunto, revolviendo bien, y procurando que resulte jugoso, se cuaja con huevos batidos.
NOTA
Les va a resultar extraño: pero si en vez de espinacas utilizan ORTIGAS (la Urtica doica; la que «ortiga» y escuece), verán que el resultado es sorprendente.
Seleccionen hojas grandes y tiernas de ortiga.
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