ZENÓN GARCÍA, MEDALLA DE BRONCE DEL MÉRITO A LA JUSTICIA

EL MINISTERIO RECONOCE EN EL CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE OLMEDO VALLADOLID) SU LABOR COMO JUEZ DE PAZ

Zenón García en su despacho de juez de paz de Olmedo. / C. M.

Zenón García en su despacho de juez de paz de Olmedo. / C. M.

El Ministerio de Justicia ha concedido la Medalla de Bronce del Mérito a la Justicia de la Orden de San Raimundo de Peñafort al olmedano Zenón García, por su labor como juez de paz tanto en la villa del caballero, donde lleva ejerciendo este cargo desde hace más de una década, como en la localidad vizcaína de San Salvador del Valle, ahora llamada Valle de Trápaga, donde ocupó ese mismo puesto durante 25 años.

Dos lugares diferentes y dos momentos históricos que también lo fueron, ya que en el País Vasco fue juez de paz desde los años 60 hasta los 80, permitiéndole vivir experiencias de todo tipo, y que recuerda muy bien.

La propuesta del reconocimiento ministerial al juez de paz de Olmedo partió de El Norte de Castilla y fue inmediatamente suscrita y respaldada por el Ayuntamiento olmedano, la Audiencia Provincial, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la Diputación, la Junta de Castilla y León, la Delegación del Gobierno y Radiotelevisión Castilla y León. Zenón García es el juez de paz de la Villa del Caballero desde hace más de un decenio, al que suma otros cinco lustros desempeñando esta responsabilidad en la localidad vizcaína de San Salvador del Valle, ahora denominada Valle de Trápaga.

«Para mi esta medalla supone también un reconocimiento a los méritos de todos los jueces de paz de España porque ellos también lo merecen», tal y como señala Zenón García, cronista oficial de la villa de Olmedo en El Norte de Castilla.

Se muestra muy contento por la concesión de la medalla «porque es un aliciente más para seguir haciendo mi labor». Un trabajo del que se siente satisfecho, sobre todo por haber «suavizado» muchas de las disputas y rencores de los vecinos, en ocasiones por motivos poco trascendentales pero que necesitan de un intermediario como él para solventar el problema.

La convivencia vecinal, igual que la doméstica, es complicada, y por ello el juez de paz «debe ser un hombre que, sin conceder la razón a ninguno de los que discuten, sepa escuchar las dos versiones y sea aséptico para desempeñar su labor de la mejor manera», tal y como explica el olmedano, gran conocedor de su pueblo natal, su historia, cultura o tradiciones más arraigadas. Para Olmedo, para sus vecinos y por supuesto para quienes vienen a visitar esta preciosa villa, ha escrito las últimas guías turísticas de la localidad.

Más de una década

Durante los doce años que va a cumplir como juez de paz de Olmedo ha tenido que «lidiar» con más de un conflicto de sus propios vecinos y para lograr solucionarlo tiene claro lo que debe hacer.

«Les dejo hablar, porque muchas veces es lo que necesitan, desahogarse y contar todo lo que les pasa», según comenta Zenón, ya que la labor de un juez de paz «pasa por valorar la situación y tener mucha intuición humana», y solo así conocer qué ha pasado de verdad.

«Yo suelo tener una actitud serena, y utilizo un tono de voz correcto para transmitir calma», dice. Entiende que es la mejor forma de encontrar una solución, aunque en algunas ocasiones eso no sea posible. El juez de paz se encuentra a veces con problemas más graves que deriva a la Guardia Civil, como muy bien explica Zenón García tras casi cuarenta años ejerciendo esta labor.

Durante los 25 años que fue juez de paz en San Salvador del Valle, desde el franquismo hasta la democracia, reconoce que pasó momentos difíciles, y también tuvo experiencias amenas, pero a su memoria le viene un hecho que ocurrió durante una madrugada. Le despertaron porque una mujer, tras regresar de un viaje, no encontraba a su marido y tampoco podía acceder a la vivienda familiar. La Guardia Civil se presentó en el lugar y accedió a la casa junto a Zenón García.

«Iba con una linterna por la casa en plena noche y sin saber lo que buscaba exactamente, cuando de repente detrás de una puerta noté que no podía empujar más porque algo en el suelo me lo impedía… y sabía que encontraría su cuerpo», tal y como detalla Zenón, que aún mantiene en su recuerdo cómo le impactó ese hecho.

Del mismo modo, en Olmedo ha tenido en su despacho de la Casa de la Villa a vecinos un poco más alterados de lo normal o situaciones complicadas que solventar, sin embargo también tiene un sinfín de anécdotas curiosas, como la vivida por dos vecinas, algo mosqueadas por una simple arqueta. Una de ellas recurrió al juez de paz para que le ayudara a arreglar una inundación en su patio por culpa de la suciedad en el canalón de su vecina. Incluso el propio Zenón se prestó voluntario para ser él mismo quien limpiara ese «dichoso» canalón por el que no dejaban de discutir.

Centeno: «El galardón destaca su labor como juez de paz y su humanidad»

Alfonso Centeno Trigos, alcalde de Olmedo, valoró ayer lo que supone de reconocimiento la concesión de la Medalla de Bronce al Mérito a la Justicia de la Orden de San Raimundo de Peñafort por parte del Ministerio de Justicia a Zenón García, juez de paz de la localidad, cronista oficial de la villa y colaborador de El Norte de Castilla.

El regidor del Olmedo mostró su satisfacción por la concesión del galardón «a una persona que es un honor tener como juez de paz y que encaja a la perfección en aquello que pensamos que define a un hombre bueno, conciliador, capaz de comunicar y de mediar entre las personas cuando se produce un problema de vecindad y de mostrar el camino para buscar una solución y evitar abrir un proceso judicial».

El alcalde de Olmedo valoró que la concesión de la Medalla de Bronce del Mérito a la Justicia premia una trayectoria personal, la de Zenón García, pero también supone un reconocimiento al colectivo de los jueces de paz, «por la labor tan importante que hacen en el medio rural, una tarea que no es fácil en muchos casos y que sirve para descargar de trabajo a la justicia ordinaria».

Alfonso Centeno argumentó que, a la bonhomía del galardonado, se suma el conocimiento que tiene de la historia de la villa como cronista oficial, «algo que los vecinos valoran y que ayuda al éxito de la labor de Zenón García por lo que supone de autoridad moral. Su opinión es valorada cuando se trata de resolver un conflicto de vecindad, siempre tiene una palabra amable y una crítica, constructiva, cuando debe hacerla».

Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/ – Cristina Martín

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