LAS LLAVES DE LA CIUDAD

POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

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Mi pueblo está abierto a todos cuanto quieran visitarlo. No, no precisa de llaves para abrirlo, ni permiso para entrar en él, para visitar con placidez sus encantos naturales.

La historia nos narra que fue en el siglo VII antes de Cristo. cuando Teodoro de Samos inventó este artilugio llamado llave, capaz de abrir y cerrar las cerraduras de las puertas.

Las llaves de las ciudades son entregadas, simbólicamente, por sus Regidores, a las personas de bien que les visitan. Para todos es un honor, tanto para el que las ofrece como para el dignatario que las recibe: ambos confraternizan en armonía.

Pero, las llaves de las ciudades, otrora, eran un símbolo de conquista. Estas llaves de oro (plata revestida de oro) se escenifican en el cuadro de la Rendición de Breda “las Lanzas” en el que Justino de Nassau entrega las llaves de la ciudad al general Ambrosio de Spínola, en presencia de su ejército de lanceros.

Por este motivo, el historiador y cronista de Madrid Enrique de Aguinaga, en su libro ‘Las Llaves de Oro’, nos describe que en sus orígenes, estos artilugios eran un símbolo de conquista y, el perdedor, ante la humillación de los presentes, entregaba las llaves de la ciudad a los invasores; tanto de sus accesos como de sus murallas, tal como se refleja en el cuadro que hemos comentado de Diego de Velázquez en ‘La rendición de Breda’, o en ‘La Rendición de Granada’ de Francisco Pradilla, donde se escenifica a Boabdil entregando las llaves de Granada a los Reyes Católicos.

No es menos célebre la entrega de las llaves de Madrid, en agosto de 1812, al Duque de Wellington, en plena guerra de la Independencia.

Las llaves que son de plata bañada en oro, se les entrega a visitantes ilustres de las ciencias, de la política, el deporte, la cultura y de la religión.

Todos los ciudadanos que se adentren en Ulea, corazón del Valle de Ricote, no precisan llaves para entrar ni para salir: es una ciudad de puertas abiertas, tienen el paso libre y siempre serán bien recibidos.

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