LA EMIGRACIÓN ASTURIANA A CUBA SE VUELVE NOVELA • EL GIJONÉS PEDRO MENÉNDEZ PRESENTÓ EN LLANES SU PRIMER LIBRO DE FICCIÓN, TITULADO ‘MÁS ALLÁ HAY DRAGONES’

AL FINAL, JOSÉ ANTONIO FIDALGO, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS), ABRIÓ UN COLOQUIO BAJO LA FORMULACIÓN DE TRES PREGUNTAS SOBRE LA EMIGRACIÓN: ‘DÓNDE, QUÉ Y QUIÉNES’

Menéndez, Elviro, Fidalgo y Noriega, en la presentación. / JUAN LLACA

Menéndez, Elviro, Fidalgo y Noriega, en la presentación. / JUAN LLACA

El gijonés Pedro Luis Menéndez, profesor de Literatura en el Colegio de la Inmaculada y formador en Oratoria y Comunicación, presentó ayer en la localidad llanisca de Andrín su primera novela, titulada ‘Más allá hay dragones’. Menéndez, que es autor de siete poemarios, se encontraba arropado en la presentación por Íñigo Noriega, exdirector de EL COMERCIO y en la actualidad director de ‘El Diario Montañés’, José Antonio Fidalgo, cronista oficial de Colunga, y Marisa Elviro, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Llanes, entre otros. El acto, que contó con presencia de más de un centenar de personas, tuvo lugar en los salones del hotel El Balcón de la Cuesta.

La ópera prima de Pedro Luis Menéndez narra una historia de «tres hombres que no encajan en su destino». De la trama forma parte un trío de asturianos emigrados a Cuba en tres siglos diferentes. Todos ellos comparten un desvarío mental que se va desencadenando de forma trágica en consonancia con las dificultades que les plantea la vida y que ellos no saben afrontar. Para ellos, la expresión «más allá hay dragones» significa «un punto sin retorno que les aísla, les reduce y les imposibilita para una vida común».

Rafael, el protagonista principal, se encuentra en La Habana en el año 1958, «asiste al nacimiento de la Revolución, sufre un deterioro mental fruto de una enfermedad degenerativa y vive conflictos políticos económicos y sociales que le cambian la vida». Pero tiene acceso a testimonios escritos de otros dos asturianos que pasaron por una situación similar: Luis García Valdés, armador en Cuba en 1765, y Ramón, un carretero que trabaja en la construcción del ferrocarril entre La Habana y Güines en 1837.

«Una obsesión»

Menéndez comentó que la novela, en la que trabajó durante más de veinte años, había supuesto para él «una obsesión» y situó el origen en la relación que tuvo «hace 30 años con un asturiano, el único que permaneció en Cuba de una amplia familia de emigrantes». Y aseguró que «a todos nos ha tocado vivir un momento histórico, circunstancias de la vida que pueden transformar la existencia de un día para otro».

Al final, José Antonio Fidalgo abrió un coloquio bajo la formulación de tres preguntas sobre la emigración: ‘Dónde, qué y quiénes’.

Fuente: http://www.elcomercio.es/ – Guillermo Fernández

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